28 febrero 2019

Siestas

Por EVA BLANCH
Salvador Dalí prefería una cucharilla. Después de comer, se sentaba erguido, expresamente incómodo, a esperar que la somnolencia le indujera al estado de duermevela. Cuando la cucharilla que tenía en las manos impactaba con el suelo, el estallido lo despertaba. Y así, el genio ampurdanés corría regocijado a anotar las imágenes surrealistas -nunca mejor dicho- que habían inundado su mente y aún estaba a tiempo de recordar. A Dalí el duermevela lo extasiaba. Lo dijo y lo dejó escrito. Decía que era un monumento absolutamente mágico, de lo más creativo.

Llevo años irrumpiendo en bibliotecas, estudios, salones, pisos, talleres, a la búsqueda de siestas. Siestas de personas que me gustan, que me atraen, que me interesan, de las que quiero absorber un pellizco de su mundo. Quizá haya llegado a ello como consecuencia de mi pavor al retrato convencional, una huida de ese temido momento en que el retratado te pregunta: "¿Qué hago?" y tu te tensiones más que él.

Bendigo esta costumbre sureña por haberme brindado la solución a ese problema. Gracias a mis siestas -me vale cualquier modalidad: larga, corta, en pijama, batín, traje-, el protagonista de mi foto se relaja en la posición que él escoge -yo prefiero que sea bien cómoda- en un lugar familiar, cotidiano, confortable, y se olvida de mí. Queda rodeado de objetos que ama o que ha olvidado, objetos que cobran vida, casi como los juguetes de Toy Story. Así lo percibo al revelarlos digitalmente, cuando los miro y remiro y siento que cobran voz y hablan de mi personaje, del tiempo que llevan allí, reclamando un rol más secundario.

Encuentro maravillas en la siesta. Sensualidad y abandono. Que sea diurna y pueda inmortalizarla con luz natural de tarde, algo que aprecio sobremanera como fotógrafa. Pero hasta su morfología me encanta: siesta es una palabra tan universal como amigo o fiesta -¡solo una letra la diferencia de esta última!-. Sustantivo de origen romano que denomina la sexta hora de luz solar y que corresponde al mediodía, cuando el estómago está lleno y nos incita al relajo. Curioso que apenas utilicemos su verbo, sestear. Quizá nos avergüence reconocer que sesteamos entre semana, porque no hemos superado el topicazo de que dormir tras comer es un vicio del sur, de perezosos que se niegan a seguir el modelo norteño de comidas ligeras y horarios intensivos. Pero, a estas alturas, ¿quién pone en duda que nuestro estilo de vida es mucho más sano y recomendable?

No faltan datos que avalen la siesta como remedio de enfermedades asociadas a los tiempos frenéticos que nos ha tocado vivir. Previene cardiopatías, estimula el sistema inmunológico, reduce la tensión arterial, adelgaza y repara músculos. Pero también proporciona beneficios intelectuales. Dalí lo sabía. Aumenta la creatividad, facilita la concentración y el aprendizaje, estimula la conexión entre neuronas. Probablemente, gracias a ella, muchas mentes privilegiadas lo sean aún más. Ese apagón es un relámpago de energía que revitaliza el cerebro. Sesteemos más, por favor. Sin culpas. Al calor de la digestión. Como el animal inteligente que se supone que somos.

Escribí las primeras líneas de este artículo en el asiento 3A, ventanilla, del vuelo VY8018, dirección París-Orly, camino de mi ansiada segunda siesta con Luisa Valls.
Fasion & Arts, febrero 2019

12 febrero 2019

Adiós, mamá

María Luisa Gaebler Ojeda
Sevilla, 30 de mayo de 1928 - 11 de febrero de 2019
Gracias por todo, madre. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

11 febrero 2019

La rebelión de los patriotas

Por VÍCTOR LAPUENTE


Los que no acudimos a la concentración de Colón queremos manifestarnos. Hablo en mi nombre, pero creo que comparto la opinión de cientos de miles de catalanes, y de otros muchos españoles, que no nos sentimos identificados ni con la deriva soberanista ni con el nacionalismo de golpes en el pecho que vimos el domingo en Madrid. Se nos acusa de permanecer silenciosos, pero nos sentimos silenciados. Si vives en Sevilla, Burgos o la Huesca de mi infancia, sacar la rojigualda al balcón no tiene costes. Si eres un empresario de Vic, un funcionario de Barcelona o un empleado de Tarragona, te juegas el negocio, las posibilidades de promoción o la estima de tus colegas y amigos. Unas perspectivas de vida amenazadas por la posibilidad, pequeña y lejana en el tiempo, de secesión de Cataluña, y por la probabilidad, grande y cercana, de conflicto social en esta hermosa tierra.

Nuestra voz no está representada por ningún partido político. Y está manipulada por casi todos. No, no somos equidistantes entre los dos nacionalismos. Somos españoles, porque lo dicen el DNI y todos los ordenamientos jurídicos, nacionales e internacionales, habidos y por haber. Y nos sentimos españoles, porque compartimos lazos afectivos y de sangre con el resto de españoles. Y no es porque los apellidos más frecuentes en Cataluña sean todos de origen español —a diferencia de lo que ocurre en Noruega, cuya independencia de Suecia es un ejemplo para los independentistas catalanes, y donde los apellidos eran y son… noruegos—, sino porque compartimos la misma cotidianidad y maneras de vivir. Nos compungimos con las mismas tragedias, como el accidente de Utrera, y nos elevamos con las mismas heroicidades, como tener el sistema de donación de órganos más alabado del mundo. O el gol de Iniesta, que culés y periquitos celebramos con idéntica pasión.

También en Cataluña vemos Dónde estabas..., el programa de La Sexta. No vemos Où étiez-vous... en la televisión francesa o Where were you... en la inglesa. Nuestro marco de referencia es España. Cada jueves noche, españoles de dentro y fuera de Cataluña compartimos la melancolía de los veranos en los que bailábamos las mismas canciones, el orgullo de los avances en el reconocimiento de las minorías sexuales o la vergüenza por el tratamiento mediático del crimen de Alcàsser. Y recordamos, con estupefacción, cómo, desde la llegada de la democracia, hemos pasado de la retaguardia a la vanguardia del mundo avanzado en casi cualquier indicador de calidad de vida.

Pero también nos sentimos catalanes. De una Cataluña que es parte de España. Una parte mestiza, no pura. Los catalanes queremos que niños y niñas aprendan catalán, la historia de España y la propia de Cataluña, que conozcan las canciones de Serrat, pero también las de Llach. Muchos vivimos en Barcelona, una de las urbes más cosmopolitas, y uno de los destinos turísticos más deseados, del planeta. Pero disfrutamos también de la Cataluña rural, ascendemos sus montañas mágicas y honramos sus tradiciones, de los castellers al derecho matrimonial catalán, nos casemos en Montserrat o en un juzgado de El Prat. Cataluña es mestiza. Y, defendiendo ese mestizaje, reivindicamos también la España mestiza.

No somos equidistantes. Somos patriotas. Y ser patriota no es una aséptica adhesión a la Constitución, sino una emoción. Pero una emoción que busca la unión, no la confrontación. Y, en estos momentos, en el debate público español tenemos demasiados salvadores de la patria y pocos patriotas. Si algo aprendimos en el siglo XX es que los salvadores de la patria son quienes destruyen las patrias. No queremos más redentores ni tampoco destructores de la patria o “salteadores de la nación”, como llamó Alfonso Guerra a los independentistas. Estamos empachados de ambos.

Estamos hartos de que los independentistas hayan utilizado el procés para poner bajo la alfombra los problemas reales de los catalanes, de una sanidad pública que exige reformas inaplazables a una política de movilidad urbana que, de momento, ha dejado la ciudad organizadora del Mobile World Congress sin Uber ni Cabify. Un ejemplo palmario de negligencia es la escasa discusión sobre el modelo educativo, más allá, claro está, de los aspavientos de unos y otros sobre el “adoctrinamiento” o la “nostra llengua”.

En estos momentos se está produciendo un debate académico interesante sobre los efectos de la inmersión lingüística sobre lo que de verdad importa a los padres y madres catalanas: ¿cuánto aprenden sus hijos? Y lo que debería importar a políticos y analistas: ¿tenemos un sistema educativo que garantiza la igualdad de oportunidades de todos los niños, o beneficia a quienes tienen más recursos o hablan un determinado idioma en casa? Empieza a haber estudios empíricos, unos mostrando los efectos negativos, y otros los positivos, de la inmersión lingüística. Son estos datos, y la necesidad de elaborar más, y más rigurosos, estudios, lo que debería hacer pivotar la discusión política.

Y estamos hartos de exaltaciones nacionalistas como las de la plaza de Colón. Quienes, en Girona, Barcelona, Lleida o Tarragona, padecemos el desgobierno en Cataluña, quienes somos acusados de traidores y botiflers, quienes vivimos en una burbuja donde tienes que vigilar tus palabras en cada conversación, trivial o profesional, quienes sufrimos en nuestras carnes lo que otros observan desde fuera con la comodidad de los espectadores de un evento deportivo (y la irresponsabilidad de los hooligans), sabemos que manifestaciones como la del domingo, que inevitablemente desatan las pasiones más rancias, son el mejor combustible para el independentismo.

La evidencia está ahí. Cuando el PP recogía firmas contra el Estatut hubo desaprensivos que, a preguntas de periodistas, contestaban algo del tipo “estoy aquí para firmar contra los catalanes”. Y estas expresiones fueron, y siguen siendo, instrumentalizadas por los independentistas: “¿Veis? No nos quieren en España. Tenemos que irnos”. La base del argumentario independentista reposa, en el fondo, sobre la premisa de que los españoles son catalanófobos.

La intención de quienes convocaron la manifestación, y de muchos de los que, con buen espíritu, acudieron a la llamada, no era desatar la catalanofobia. Pero en política no cuentan las intenciones, sino los resultados, que serán los mismos que los de la infausta recogida de firmas contra el Estatut: azuzar el fuego independentista.

Espero que cuando en 2039 veamos ¿Dónde estabas en 2019? nos avergoncemos de la locura nacionalista de unos y otros. Los patriotas debemos rebelarnos. (El País, 21.02.19)

Víctor Lapuente es catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad de Gotemburgo.

09 febrero 2019

Un mentiroso desenmascarado

Las mentiras de Pablo Casado sobre el golpismo, el aborto, la alta traición y José María Aznar, desmontadas minucionamente, una a una. Un repaso a las mentiras del líder de la oposición durante su última entrevista, publicada el jueves 5 de febrero por la Agencia EFE

Por IGNACIO ESCOLAR
eldiario.es, 7 de febrero de 2019

Pablo Casado: "A mí esto de que haya cumbres bilaterales entre una autonomía y un Estado soberano español, ¿pero esto qué es? ¿Qué es esto de que un presidente del Gobierno se siente de tú a tú con una autonomía?".

Lo que hacen todos los presidentes del Gobierno de un país democrático, porque es su obligación.

Puigdemont entrega 46 reclamaciones a Rajoy, empezando por un referéndum vinculante
Pablo Casado: "Hay que aplicar de inmediato un 155 duradero, sin límite de tiempo, como pasó en el Reino Unido, y con todo el despliegue competencial".

Falso. Lo que pasó en Reino Unido con Irlanda del Norte (y pasa también en la actualidad) no se parece ni en lo más mínimo a lo que propone Casado para Catalunya. Las veces en las que el gobierno británico ha suspendido el autogobierno del Ulster ha sido porque los dos principales partidos de Irlanda del Norte –el Sinn Fein, católico e independentista, y los unionistas protestantes– no se han puesto de acuerdo en pactar un Gobierno. Es lo que ocurre desde hace dos años ante la ausencia de acuerdo entre los partidos. No tiene límite de tiempo porque el autogobierno se recupera en el momento en el que se cierra ese acuerdo.

Lo que plantea Casado es otra cosa: acabar de forma indefinida con el autogobierno y con las elecciones autonómicas en Catalunya. Decidir todo desde Madrid. Suspender la democracia hasta que ganen los suyos. Es más parecido a Turquía que a Reino Unido.

Puestos a citar a Irlanda del Norte y el Reino Unido, hay mejores ejemplos que recordar.

Martin McGuinness (ex líder del IRA y del Sinn Féin), el reverendo Ian Paisley (líder de los unionistas) y el exprimer ministro británico Tony Blair
En la foto, Martin McGuinness (ex líder del IRA y del Sinn Féin), el reverendo Ian Paisley (líder de los unionistas) y el exprimer ministro británico Tony Blair, que junto con otros –como Bill Clinton– ejerció como mediador para alcanzar un pacto en 2007.

Pablo Casado: "En España está habiendo un golpe al Estado. Eso está claro. Por eso hay un juicio al procés. No me lo invento yo. El Código Penal lo que está haciendo es juzgar a unos delincuentes que están en la cárcel en prisión preventiva por haber cometido delitos gravísimos, de rebelión al Estado".

Falso. Primero, porque para ser un delincuente antes hay que ser juzgado y condenado, y esto vale igual para Eduardo Zaplana como para Oriol Junqueras. Además, Casado habla de un golpe de Estado en presente, hoy. Pero lo que está juzgando el Supremo es lo que ocurrió en octubre de 2017, cuando en el Gobierno de España estaba su partido y el presidente era Mariano Rajoy.    

Pablo Casado: "Pedro Sánchez está traicionando a España. Es una traición documentada".

Por ahora, lo único documentado son los gruesos insultos y durísimas acusaciones del líder de la oposición contra el presidente del Gobierno español. Tras llamarle golpista, traidor, felón, irresponsable, incapaz, desleal, iluminado, ególatra, mentiroso compulsivo, ilegítimo, catástrofe, mediocre y okupa, ¿qué más le queda? ¿Genocida? ¿Terrorista? ¿Pederasta?

Recuerden, por comparar, las durísimas críticas que recibió Pedro Sánchez cuando dijo a Mariano Rajoy, a cuenta del SMS a Luis Bárcenas, que no era un presidente decente. Lo de siempre: puño de acero, mandíbula de cristal.

Pablo Casado: "El Gobierno de José María Aznar no negoció nada con ETA. Solo fueron a escuchar cuando se rendía ETA".

Falso. El Gobierno de Aznar negoció con ETA con la ayuda de un mediador, el obispo Uriarte. Aznar acercó presos a cárceles vascas y aceleró la puesta en libertad de 290 etarras a los que redujo sus condenas durante esa negociación con el "movimiento vasco de liberación". "Si queremos la paz hagamos la paz", decía entonces Aznar, que prometía "una actitud de generosidad".

Pablo Casado: "Empezamos dejando tirado a Llarena ante la demanda de un fanático como Puigdemont desde Bélgica".

Falso. El Estado está pagando la defensa de Pablo Llarena en Bélgica, a pesar de que las inoportunas palabras por las que Puigdemont le demandó fueron pronunciadas durante una conferencia pagada, patrocinada por un concesionario de coches. Por ahora, el Gobierno ha provisionado 545.000 euros para la defensa en Bélgica de este juez.

Pablo Casado: "Mi partido fue expulsado injustamente del Gobierno de España".

Falso. Su partido fue expulsado del Gobierno de la forma más justa y democrática que existe: por los votos mayoritarios de los diputados del Congreso, que representan al pueblo español.

Pablo Casado: "No descartamos nada porque lo que está pasando en España es lo más grave desde el golpe de Estado del 1981".

Falso. Incluso si se asume que lo ocurrido en Catalunya en octubre de 2017 es lo más grave desde el 23F. Aquello ocurrió hace año y medio. Entonces los independentistas catalanes realizaron una declaración de independencia unilateral (que luego suspendieron). Hoy están pidiendo un mediador que participe en una mesa de partidos políticos.

Pablo Casado: "En este caso hay un golpe al Estado en Catalunya. Si el Gobierno no solo no hace nada sino que además está colaborando o ocultando una negociación, por supuesto que es responsable".

Pasa por alto el pequeño detalle de que durante el octubre catalán de 2017 gobernaba el Partido Popular. Y que Rajoy también utilizó a numerosos mediadores con la Generalitat de Puigdemont.

Pablo Casado: "Es tan grave que no descartamos nada, porque estamos ante una actuación de felonía, de alta traición a España, que no se ha visto desde el 23F".

Con el "no descartamos nada", Pablo Casado se refiere a una moción de censura, aunque poca cosa parece comparado con su acusación. Si realmente el líder del PP cree que estamos ante un delito de alta traición a España solo equiparable a un golpe de Estado, lo mínimo sería que Casado pidiera la aplicación del artículo 102 de la Constitución y el procesamiento del presidente del Gobierno por rebelión ante la "felonía" de aceptar un relator.

Pablo Casado: "La agenda que estamos viendo en Catalunya es la agenda de ETA".

Salvo por el pequeño matiz de que ETA asesinaba y los independentistas no. Pero a quién le importan estos detalles menores cuando se tiene toda la razón.

Pablo Casado: "Parece que este iluminado por escribir un libro o por seguir viajando en el Falcon, por estar en Davos haciéndose fotos, considera que la oposición legítima, que además le sacamos 50 escaños, vamos a estar cruzados de brazos".

Este "iluminado" es el presidente del Gobierno porque logró el apoyo mayoritario del Congreso en una moción de censura. Es decir, porque cuenta con el respaldo de la mayoría de los votos, representados en esa cámara en un sistema parlamentario. Que el PP tenga más escaños es casi irrelevante en la ecuación. ¿O es que acaso Juanma Moreno no es el presidente legítimo de Andalucía porque Susana Díaz tuvo más escaños?

Pablo Casado: "Pedro Sánchez no cesa a sus ministros que están en casos de corrupción".

Falso. No hay un solo ministro imputado en ningún caso de corrupción.

Pablo Casado: "El Gobierno no ha negado que hubo una negociación con la Fiscalía General del Estado".

Falso. No hubo negociación alguna y la prueba es que la Fiscalía General del Estado mantiene la acusación por rebelión, a pesar de que es una organización jerárquica donde la Fiscal General del Estado, María José Segarra, nombrada por el Gobierno, podría haber impuesto su decisión.

Pablo Casado: "Pedro Sánchez es un señor que no condena a Maduro porque depende de los votos de Podemos".

Falso. A pesar de las críticas de Podemos, Pedro Sánchez ha criticado muy duramente a Maduro y ha reconocido como presidente de Venezuela a Guaidó.

Pablo Casado: "Zapatero hizo la misma felonía, la misma traición a España, con los nacionalistas en 2008".

Sánchez, Zapatero, Tejero. Por ese orden en el ránking de traidores a la democracia Española.

Ojalá algún día la derecha española condene con tanta rotundidad y firmeza la rebelión más evidente, la más nefasta alta traición de la historia reciente de España: el golpe de Estado de 1936 contra la democracia republicana.

Pablo Casado: "Somos el único partido que hemos demostrado que podemos pactar a izquierda y a derecha".

Falso. El PP de Casado solo ha logrado pactos entre el centro derecha y la extrema derecha, salvo que considere que Ciudadanos es de izquierda. Y la capacidad de pacto se acaba aquí. Descartados estos partidos, todo el resto del Congreso es traidor "podemita" o "golpista" y no merecen diálogo y menos aún negociación.

Pablo Casado: "Yo no puedo pedir disculpas por algo (la corrupción) que ni he vivido ni ha pasado ni sé si ha pasado y ni siquiera el juez ha fallado todavía".

Falso. Claro que ha pasado, claro que el líder del PP lo sabe de sobra y claro que la Justicia lo ha certificado así. Casado preside el primer partido político español condenado por corrupción. Además, el PP –especialmente el de Madrid, donde Casado se crió bajo el ala de la cazatalentos Esperanza Aguirre– tiene abiertos varios casos de corrupción en los juzgados que al actual líder del PP no le pueden resultar muy lejanos. Él ya estaba en el partido cuando todo aquello ocurrió.

Pablo Casado: "Hay que resarcir a esos compañeros acusados injustamente. El otro día recordaba, por ejemplo, la injusticia cometida con Rita Barberá, Pilar Barreiro o Pedro Antonio Sánchez, que luego fueron declarados inocentes".

Falso. Rita Barberá fue desimputada porque se murió y en España no se investiga ni se juzga a los difuntos. Si siguiera viva, seguiría procesada penalmente, como lo están absolutamente todos los concejales del PP en la ciudad de Valencia. Nueve, al igual que Barberá, fueron procesados por financiación ilegal: por blanquear donativos en dinero negro para la campaña electoral. El décimo, por cohecho por el Aeropuerto sin aviones de Castellón. Pleno absoluto.

Pedro Antonio Sánchez, por su parte,  se libró gracias a la oportuna reforma que puso en marcha el PP que fijó límites temporales a la instrucción de los jueces. La Fiscalía aún pelea para reabrir esa investigación penal. Aun así, el expresidente de Murcia sigue imputado en el caso Auditorio y en la trama Púnica.

De los tres nombres que cita Casado, solo sirve como ejemplo de acusada que luego es desimputada el de la senadora Pilar Barreiro. Y la "injusticia", en su caso, consistió en que durante los meses en los que estuvo imputada por el Supremo se pasó al grupo mixto. Nunca dejó su escaño ni tampoco de cobrar.

Pablo Casado: "Recordemos que solo ha habido una sentencia sobre dos campañas municipales en Pozuelo y Majadahonda que está recurrida que tuvo un voto particular y que afectaba a dos de los 8.000 municipios en los que se organizó la campaña electoral".

Falso. En esa sentencia de la Gürtel –que no es la única, salvo que Jaume Matas o Rodrigo Rato no fuesen del PP– también fueron condenados por corrupción dos de los tesoreros del Partido Popular: Luis Bárcenas y Ángel Sanchís. También fue condenado el propio partido a título lucrativo. Fue una condena civil, que no penal, porque en el momento en que se cometieron los delitos la ley no permitía otra opción.

Pablo Casado: "No tengo ni idea (del informe de la Guardia Civil que asegura que el PP pagó con facturas falsas un acto de Casado). Yo en aquella época ni siquiera era dirigente del partido que se pregunte a quien lo organizó".

Falso. En marzo de 2012, cuando Casado protagonizó ese acto de Nuevas Generaciones de Madrid que la Guardia Civil asegura que se pagó de forma ilegal, Casado ya era el presidente de esta organización en Madrid.

Pablo Casado: "Este proyecto que yo lidero es incompatible con cualquier conducta irregular". "Si alguien ha hecho algo mal pagará como ha pasado siempre".

Igual que pagó por su máster regalado el propio Pablo Casado, una investigación judicial de la que se libró por su condición de aforado y porque el cohecho impropio estaba prescrito.

Pablo Casado: "He tenido la suerte de trabajar con José María Aznar y con Mariano Rajoy sobre todo porque al mismo tiempo estaban haciendo una gran contribución a España".

Entre las grandes contribuciones a España de Aznar en las que Casado tuvo la "suerte" de poder participar, destaca este contrato de comisionista de Aznar con Abengoa, donde esta empresa se comprometió a pagar al expresidente español un 1% de cada desaladora que vendiese a la Libia del dictador Gadafi. En ese contrato de comisionista, desvelado en exclusiva por eldiario.es, aparecía el  nombre del propio Pablo Casado como persona de contacto para resolver "cualquier comunicación entre las partes": el comisionista y la empresa que pagaba la comisión.

Pablo Casado: "Lo que nosotros proponemos es volver a la ley (del aborto) que tenía un consenso social en España, la ley de supuestos".

Falso. La primera ley del aborto de 1985 no tuvo consenso alguno, al menos no por parte de la derecha. Manuel Fraga y su Coalición Popular –el origen del PP– votó en contra y recurrió la ley al Tribunal Constitucional.

Al consenso sobre el derecho al aborto el PP llegó muchos años después. Igual que con la ley del divorcio, con la ley del tabaco o con la del matrimonio homosexual.

Pablo Casado: "Yo no entiendo cómo un país desarrollado puede tener aborto libre hasta la semana 20 o hasta la semana 22 en ciertos supuestos".

Falso.  La ley actual solo permite el aborto libre hasta la semana 14 de gestación. Solo cuando exista un "grave riesgo para la salud de la embarazada", "anomalías fetales incompatibles con la vida" o "una enfermedad extremadamente grave e incurable", se permite "excepcionalmente" y con informes médicos el aborto hasta la semana 22 de gestación.

Pablo Casado: "Hay legislaciones de países supuestamente más avanzados que nosotros, con más impuestos que nosotros, en las que por lo menos hay información a la madre, que es una vida que no es un tumor".

Igual que en la legislación española, de la que Casado no sabe lo más básico, a pesar de que habla de ella con la contundencia y el desparpajo habitual.

La ley de plazos vigente obliga a informar a las mujeres "sobre los derechos, prestaciones y ayudas públicas" de apoyo a la maternidad, los derechos laborales vinculados al embarazo y la maternidad, los beneficios fiscales o centros de asesoramiento. Establece, además, un plazo de tres días entre que se aporta esa información y se practica la intervención.

En los supuestos de enfermedad y malformaciones graves o incompatibles con la vida, las mujeres también reciben información sobre ayudas a la discapacidad y la red de organizaciones de apoyo. En todos los casos, la ley también obliga a informar a las mujeres de las posibles consecuencias "médicas, psicológicas y sociales" de su decisión.

Pablo Casado: "Si queremos financiar las pensiones y la salud, debemos pensar en como tener más niños y no en cómo los abortamos".

Y para ello el problema no es el aborto: es la precariedad laboral y los bajos salarios de los jóvenes. Se arregla subiendo el salario mínimo, al que el PP de Casado se ha opuesto, invirtiendo en guarderías y aumentando las prestaciones sociales, no regresando a la ley de supuestos del 85.

Otro dato: desde que cambió la ley y se dio "barra libre" –según Casado–, el número de abortos ha descendido.

Pablo Casado: "Yo siento ser tan vehemente. Pero lo que estamos viviendo es lo más grave que yo recuerde en política".

Esta misma semana hemos sabido que la Justicia investiga si dirigentes del Partido Popular utilizaron a la Policía y a los fondos reservados para contratar a un sicario que secuestró a punta de pistola a tres personas para destruir pruebas que implicaban a líderes del PP. Pero, sin duda, es mucho más grave lo del relator.

Homenaje de la Pediatría al doctor Manuel Martín Parra



El 28 de mayo de 2010 la Sociedad de Pediatría de Andalucía Occidental y Extremadura celebró un homenaje póstumo a mi padre, el doctor don Manuel Martín Parra, en el Colegio Oficial de Médicos de la ciudad de Sevilla. Como ponentes, intervinieron cuatro de sus compañeros más queridos: los doctores José del Pozo Machuca, Joaquín Ortiz Tardío, Carlos González-Villardel, y Manuel García Martín, quien, bajo el título de Pediatra de Sevilla, hizo una glosa profesional y emotiva de la trayectoria de mi padre. Por su relevancia y por su cariño, la publico en la red en el décimo aniversario de su fallecimiento en trágicas circunstancias para divulgar su personalidad humanista y su brillante carrera:

Buenas tardes.
Me han encargado el honor de hablarles del doctor Manuel Martín Parra, mi tío Manolo. Es para mí un reto y un estimulo poderles hacer llegar las muchas vivencias que tuve con él y espero, en los pocos minutos que tengo asignados, saber transmitirles la admiración que tuve siempre hacia él.
Mi tío procedía de una familia sencilla, integrada por sus padres (el padre, mi abuelo, era guardia civil) y dos hermanas. Su infancia fue muy dura pues, tras el fusilamiento de su padre en los albores de la guerra civil, cuando él apenas tenía 10 años de edad, se vió en la obligación y en la necesidad de convertirse en el cabeza de familia en una zona hostil hasta el final del conflicto fratricida, cuando vuelve a Sevilla (donde había nacido el 26 de febrero de 1926).
Tras el final de la guerra, realiza sus estudios de Bachillerato en el Colegio de los Escolapios con excelente currículum y así entra, después de muchos esfuerzos por parte de su madre y con ayuda de una beca de Protección Escolar, en la Universidad, para cumplir su sueño: ser médico, ser pediatra.
Las calificaciones obtenidas en el periodo universitario en la Hispalense (promoción 1944-1950) ya informan de cuál va a ser su trayectoria profesional: 26 sobresalientes, y 10 matrículas de honor. Por oposición, le concedieron el Premio Extraordinario en la Licenciatura de Medicina en 1952, y, por concurso oposición, fue nombrado Alumno Interno Numerario de la Sección de Anatomía de la Universidad de Sevilla.
Una vez ya graduado como médico, continuó consiguiendo metas, con su esfuerzo y tesón:
  • Por concurso oposición también fue nombrado Médico Interno de las Cátedras de “Anatomía descriptiva y topográfica “ y “Técnica anatómica” de la Facultad de Medicina de Sevilla.
  • Asistió becado a Cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander
  • Fue ayudante de clases prácticas de la cátedra de Pediatría y Puericultura de la Facultad de Medicina de Sevilla.
  • Ingresó, por concurso oposición, en la Escuela Departamental de Puericultura, consiguiendo la titulación correspondiente.
  • En 1958 consigue el título de Médico de Empresa en Madrid.
  • En 1965 recibe la titulación de Médico Especialista en Pediatría y Puericultura del Ministerio de Educación.
  • Fue igualmente médico ayudante de Pediatría en la Residencia Sanitaria García Morato de la Seguridad Social junto al Dr. Manuel Laffón Soto, durante doce años.
  • Desde 1974 hasta su jubilación, ejerció el cargo de médico especialista en Pediatría en distintos ambulatorios de la ciudad de Sevilla, simultaneando este cargo con su consulta privada en la calle Montecarmelo y el de médico de empresa en HYTASA.
Además, su carácter colaborador y emprendedor le llevó a participar en los siguientes eventos:
  • Socio fundador de la Sección de Pediatría Extrahospitalaria de Sevilla, siendo su Presidente desde la fundación en el año 1973 hasta 1982. Se vincula en este periodo con los Cursos de Medicina Internacional de Pediatría Extrahospitalaria dirigidos por el doctor Francesc Prandi i Farrás en Barcelona.
  • Socio fundador de la Sociedad de Pediatría de Andalucía Occidental y Extremadura con el Dr. Manuel Suárez Perdiguero, siendo nombrado en 1982 Presidente de la referida Sociedad de Pediatría. Fue el primer, y único hasta la fecha, Presidente de la Sociedad que procedía de la Pediatría Extrahospitalaria. Posteriormente, fue nombrado Socio de Honor y Presidente de Honor de la referida Sociedad.
  • En 1985 es nombrado por votación Vocal de Relaciones Públicas de la Sociedad Española de Pediatría. En este mismo año es designado Socio de Honor de la Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria.
  • Asistía asuduamente a las reuniones de las referidas Sociedades, aportando su casuística y experiencia médicas, sus aportaciones una gran consideración por parte de los asistentes.
Y tras esta exposición de méritos, ¿qué más cabe decir?
Yo, como tantos niños y adolescentes de los años 50, 60 y 70, recuerdo su figura, su modo de implicarse en nuestra enfermedad a cualquier hora del día y de la noche, y cómo transmitía tranquilidad y seguridad a unos padres y madres angustiados (algunos lo consideraban su particular ángel de la guarda). Son muchos los que en los días posteriores a su fallecimiento me han hecho llegar anécdotas y recuerdos de esos años en los que ellos fueron atendidos por el doctor Manuel Martín Parra. Ejemplo de éstos es esta fotografía en la que dos de aquellos niños que el modeló y atendió durante su edad infantil se han convertido en pediatras y han tratado (y siguen tratando) de seguir su estela con admiración y agradecimiento continuo, sin conseguir llegar a su techo.
Y ¿por qué soy yo ahora pediatra?
Es una pregunta que me formulado repetidas veces, y siempre he dado con la misma respuesta: siempre he aspirado a ser lo que representó mi tío Manolo en esta profesión difícil, dura, sacrificada, pero que depara enormes satisfacciones personales cuando se ejerce siguiendo su ejemplo.
El doctor Martín Partra, mi tío Manolo, era el claro ejemplo de pediatra vocacional, que sentía pasión por lo que hacía de forma desinteresada, que amaba la Medicina y a sus pacientes, y del que siempre escuché sabios y prácticos consejos que me han servido en mi trayectoria profesional. Su profesionalidad y su constancia en la práctica y en la puesta al día de la Pediatría le convirtieron en un médico de referencia desde que empezó a ejercerla.
Mi tío Manolo me enseñó que ser médico es una actitud ante la vida, que te hace ayudar a los demás para buscar su salud y conseguir el agradecimiento del paciente y de sus familiares.
El doctor Martín Parra me inició en la búsqueda de la clave de lo que es ser un buen pediatra: el pediatra no debe olvidar que la relación con el niño o la niña se canaliza a través de la madre, sin olvidar crear un clima de relajación en el paciente intentando adentrarse en su interior eliminando, en la medida de lo posible, sus miedos y angustias.
Tío Manolo me contagió que el ser pediatra requiere un esfuerzo diario y una actualización permanente de conocimientos teóricos y prácticos para intentar llegar a ser un profesional realizado y feliz.
Además, el doctor Martín Parra era buen amigo de todos sus compañeros. Por su carácter extrovertido tenía dotes contrastadas de organizador, no solo de actos relacionados con la práctica pediátrica diaria sino que además era un entusiasta emprendedor de actos y reuniones de amigos (médicos y no médicos).
En este apartado he de resaltar igualmente una faceta que a mí, como pediatra en formación, me confirmó la impresión de que era un pediatra ejemplar. En su época de Presidente de la Sociedad de Pediatría de Andalucía Occidental y Extremadura, él sirvió de puente de unión para que la Pediatría sevillana fuera una entidad independiente de los distintos hospitales y de la relación de los pediatras extrahospitalarios y hospitalarios.
En su etapa como Presidente de la Sociedad, sus dotes emprendedoras junto con el apoyo entusiasta y eficaz de su Secretario (el doctor Martín Navarro Merino) y de su Junta Directiva (en la que participé como vocal de Médicos Jóvenes) se inició la publicación del Boletín de la Sociedad de Pediatría de Andalucía Occidental y Extremadura, germen de la actual Revista Vox Paediátrica.
Mi añorado tío Manolo me transmitió, además, el concepto vocacional que él supo aplicar muy bien, siguiendo la doctrina de su admirado mentor, el doctor Gregorio Marañón: 
Si ser Médico es
entregar la vida a la misión elegida,
no cansarse nunca de estudiar
y tener todos los días la humildad de aprender
la nueva lección de cada día,
Si ser Médico es
Amor, infinito amor a nuestro semejante
y acogerlo sea quien sea,
con el corazón y el alma abiertos de par en par
Entonces ser Médico es
la divina ilusión de que el dolor sea goce,
la enfermedad, salud
y la muerte, vida.

El doctor Manuel Martín Parra fue alguien que hizo bien a todos, excepto (como dicen muchos de sus amigos) a él mismo. Y siempre tuvo en su mente y en su espíritu, a pesar de sus errores, el nombre y el recuerdo de sus inspiraciones vitales: María  Luisa, sus hijos y nietos, además de sus padres y hermanas. 
Y ahora, ¿qué nos queda de él ?
Acabo con una reflexión de don Jacinto Benavente: “Al morir tan solo nos queda lo que hemos dado.” El nos ha dejado, al menos a mí, su ejemplo de generosidad, su ejemplo de amistad con todos, y su ejemplo de Maestro Pediatra.
Gracias, tío Manolo. Gracias, doctor Manuel Martín Parra.