28 diciembre 2022

20 diciembre 2022

Gonzalo Orquín, pintor y fotógrafo







La Tavola di Düsseldorf, GONZALO ORQUÍN, 2022
https://www.gonzaloorquin.com/

18 diciembre 2022

Cuando el polvo se asienta_serie

Las vidas de ocho personajes se entrelazan después de que un brutal atentado terrorista sacuda Copenhague en uno de los últimos grandes éxitos de la televisión escandinava. 21 días antes de la masacre, Nikolaj está a punto de hacerse cargo del restaurante donde trabaja como chef. Jamal quiere aprobar el examen de conducir para cumplir con las expectativas de la familia. Lisa, una famosa cantante sueca, está a punto de comenzar una nueva vida con su amante danés. Y Holger, un viejo solitario, está tratando de acabar con la suya. Elisabeth, la ministra de Justicia danesa, se debate entre retirarse para pasar más tiempo con su esposa o permanecer en el juego político, donde se siente más viva. Mientras tanto, Marie, una niña de 8 años, encuentra una bala brillante y dorada en el bosque, y Ginger, una joven sin hogar, aún no sabe que se convertirá en una importante testigo ocular. En el transcurso de tres semanas, la vida de estos ocho personajes principales cambiará dramáticamente...

Una excepcional, emocionante y cruda ficción danesa de ritmo trepidante y estructura coral. Lo mejor que he visto desde Breaking Bad, que ya es decir. Me encandiló la riqueza dramática y la complejidad humana de los y las personajes creados, con sensibilidad exquisita, por las dos guionistas principales, Dorthe W. Høgh e Ida Maria Rydén. El actor que interpreta a Jamal, y la actriz que da vida a la cantante Lisa, transmiten una belleza hipnótica. Diría que es una ficción muy honesta sobre nuestra Europa de cada día. Oh, Dinamarca, ese pequeño gran país. 

Disponible en Filmin. Diez episodios de 55 minutos.

13 diciembre 2022

Bésale, bésale mucho

Por CARLOS MARTÍN GAEBLER

Los españoles nos besamos y tocamos tanto en público que es una alegría. Debe ser el lado tierno de la marca España. Recuerdo que, ya en el añorado 1992 del olímpico Amics per sempre, lo resaltaba la escritora Rosa Montero en un artículo titulado Besos y otras cosas. Hasta nuestros waterpolistas se besan en los morros cuando conquistan un título de relumbrón. Pero no todos los hombres se sienten libres para besar o acariciar a sus novios, maridos o amigos en público. Un reciente y original anuncio publicitario australiano anima a las parejas del mismo sexo a cogerse de la mano, estén donde estén.

La visibilidad es un derecho orgullosamente conquistado. Fruto de la lucha por la igualdad son las bodas entre personas del mismo sexo, cuya difusión mediática ha contribuido a normalizar la visión que los heteros tienen de nosotros. Sin embargo, cada uno de nosotros puede hacer más por esa normalización, porque la visibilidad sí que importa. ¿Te vas a perder la incomparable sensación de libertad que da ir cogido de la mano de tu amado/a por la calle? Échale huevos, y disfruta de la vida ahí fuera (del armario). Si escondes la mano y sucumbes al miedo, les haces el juego a los homófobos, a los machistas, y ganan ellos. Que no nos dé miedo el amor. 

Para que los heteros aprendan a mirarnos con naturalidad debemos comportarnos con la naturalidad que proporciona la ternura, también en la vía pública, en las playas, en un restaurante, en el cine, en la universidad, en el metro. Muchos gays y lesbianas deben aún guardarse la mano en el bolsillo cuando pasean junto a su pareja por la calle. No nos reprimamos nunca cuando queramos acariciar o besar a nuestro chico o chica, o nos apetezca ir cogidos de la mano, por miedo a fascistas homófobos. Mostrando nuestro amor podemos parar su odio. Pásalo. cmg2019

10 diciembre 2022

Cachorro Lozano: El hombre y el artista

Por CARLOS MARTÍN GAEBLER


Cuando conocí la obra multidisciplinar de Cachorro Lozano en Instagram quedé deslumbrado por la frescura de sus dibujos y por la rebeldía insinuante de sus autorretratos. Cachorro Lozano (Bilbao, 1993) es un artistazo de la cabeza a los pies, literalmente, pues crea una iconografía doble: por un lado, celebra la sexualidad masculina dibujándola con sus gruesos lápices de cera MANLEY; y, por otro lado, se autorretrata o deja retratar, cual fauno hedonista, en poses sugerentes, regalando al espectador el esplendor de un cuerpo de belleza cruda, sin depilaciones. Reivindica la belleza masculina en su estado natural, y pinta las pollas más bonitas de la iconografía de nuestro tiempo (mi obra es muy falocéntrica).


Cuando acabó sus estudios de Bellas Artes en Bilbao, Lozano se trasladó a Madrid en 2015 para realizar un master en Práctica Escénica y Cultural Visual en el Reina Sofía. La vida en la estimulante metrópoli supuso la eclosión de su talento artístico. Su obra heterodoxa evoca el trazo desenfadado del desaparecido Juan Botas, el colorido de Keith Haring, o las morfologías de Oscar Mariné. Sus dibujos y sus poses parecen remitirnos al hedonismo ochentero de la Movida, como si fueran el eslabón perdido que entroncase con aquella década prodigiosa que ahora, en estos oscuros tiempos de involución, nos parece tan lejana. Carpe Diem.


Su obra fotográfica es claramente autorreferencial: Trabajo con diferentes fotógrafos y mucho autodisparo. Hay algo en el formato de lo auto, de la construcción de uno mismo consigo mismo, que me interesa mucho como material artístico más allá de la mirada externa.” Su corpus fotográfico es una celebración del amor entre hombres que ya no necesita esconder ni su nombre ni su imagen, y es, en definitiva, un acto de rebeldía, una reivindicación del homoerotismo y de la identidad masculina (vello incluido). “Me disparan a menudo, y capturan muy bien el erotismo que siento, Analógico (Barcelona) y Caín Q (Madrid), dos fotógrafos a los que adoro.” También le han fotografiado Rey Badesan en México, Carlos Torreblanca y Alejandría Cinque en Madrid, o el holandés Paul Sixta en Barcelona.


En esta época de puritanismo epidérmico, la obra de este instagramero hipernarcisista es una celebración de la belleza viril, exaltación de una sexualidad radicalmente libre. Cachorro Lozano es su propia obra de arte, pues hace de su cuerpo un objeto estético y sensual. La figura de Joe D’Allesandro, megaicono erótico de los años 70 y 80, cuyos hermosísimos posados marcaron época y abrieron el paso a la exhibición descarada del cuerpo masculino desnudo, es precursora de la renovada iconografía marica de Lozano. Su lenguaje explícito plantea un contrapunto masculino al cuadro L'Origine du monde, pintado por Gustave Courbet, obra que ya en el siglo XIX derribó el tabú de la representación artística del sexo humano.




Gusta el artista de acompañar algunas de sus obras de textos, en castellano o en inglés, que son pura poesía minimalista y que escribe con una exquisita caligrafía que remite a los colores del arco iris. Su conocimiento de la lengua inglesa (mis padres tuvieron el acierto de inscribirme en una academia de inglés a los cinco años en vez de apuntarme a un club de fútbol) le hace un creador bilingüe. Me encanta trabajar con textos, y, a menudo, incluyo algún minipoema o frase para contextualizar mis dibujos, pues le dan otra perspectiva a la obra, menos visual, más conceptual.”


El artista y el exhibicionista que comercia con su propia imagen se superponen en la obra de Cachorro Lozano, un artista global made in Spain, fruto de internet y de las redes sociales, cuyas creaciones y actitud vital son un antídoto necesario contra el oscurantismo, contra la glorificación religiosa de la virginidad, y contra el miedo al sexo de tantos hombres que viven escondidos en el ciberarmario. A steady fuck is good for you• cmg2018
PD: En 2019, Cachorro Lozano protagoniza, junto a su pareja, Alejandría Cinque, el ardiente cortometraje erótico para adultos Serodiscordantes, una historia, viril y tierna a un tiempo, que presenta, de forma explícita y hedonista, la vida de dos amantes reales. El amor es sexo. El sexo es amor.


Exposición What a Gay Day to be Alive en BCN


Paco Tomás sobre la toxicidad del patriarcado futbolero


Paco Tomás, fotografiado la semana pasada en Sevilla.

Paco Tomás, fotografiado la semana pasada en Sevilla. / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

"No hay un solo dolor de este adulto, un solo miedo, una lápida bajo la que sepultar mi autoestima, que no tenga su origen en los trece primeros años de mi vida", afirma el protagonista de Coto privado de infancia (Planeta), la novela con la que Paco Tomás indaga en las secuelas que deja en un hombre gay el acoso que sufrió en el colegio, la vulnerabilidad y la desconfianza que arrastrará ese tipo desde entonces. Tomás (Palma de Mallorca, 1967), presentador del programa Wisteria Lane y uno de los activistas más admirados del país, ha escrito un libro hondo y hermoso que desprende la verdad de lo vivido. La visita del autor la pasada semana a Sevilla, donde fue premiado en el festival Togaytherland, propició esta charla.

–Tomás Yagüe, su protagonista, asegura haberse construido a partir del acoso que sufrió en la infancia. Él dice que no ha sabido pasar página, que aquello ha marcado su vida...

–Desde muy pequeño, es algo que a mí me pasaba y que le he prestado al protagonista de la novela, lo primero que aprendes es a odiar. A odiarte a ti mismo y a odiar a los demás. Te construyes desde un lugar muy peligroso, desde un espacio de víctima, que a la larga, con el tiempo, también acaba siendo un lugar tóxico. Así que tienes que deconstruirte en el camino, para volver a ser la persona que tenías que haber sido sin todo ese proceso. Pero la hostilidad que vives a una edad muy temprana, cuando no tienes herramientas para gestionarla, te marca de por vida. En mi caso, pensé que aquello estaba superadísimo, que cuando dejé el colegio y terminó el acoso ya no tenía que preocuparme. Pero un día vas al psicólogo para tratar una separación de pareja y todo lo que tenías dormido estalla.

–"Cuidado con los supervivientes", advierte un personaje. "Suelen creerse con el derecho a cosas que no les pertenecen".

–Claro, cuando partes de esa situación crees que el mundo te debe una disculpa, que los agresores tienen que pagar lo que han hecho contigo. Y alcanzas un estatus de víctima muy dañino, te puedes convertir en un monstruo sin quererlo, pensar que nadie es más víctima que tú. En esa conversación, Lola pone el ejemplo de una superviviente de un campo de concentración que después es capaz de justificar las atrocidades del gobierno de Israel. Hay que tener cuidado con el lugar en el que nos colocamos.

"LO PRIMERO QUE APRENDES ES A ODIAR. A ODIARTE A TI MISMO Y A LOS DEMÁS. TE CONSTRUYES DESDE UN LUGAR PELIGROSO"

–El libro explora cómo "el patriarcado encumbra a los hombres que no tienen miedo" y cómo ser débil es considerado "indigno".

–Es que yo creo que el patriarcado tiene la culpa de casi todos los males que estamos viviendo hoy. Y me explico. ¿Quién está detrás del cambio climático, de las grandes empresas que contaminan, por ejemplo? Señores, y ese poder que se les ha dado desde el origen de los tiempos. Esos señores heterosexuales y blancos han gestionado desde su privilegio la economía, el medio ambiente, la libertad... Es verdad que esa estructura se está resquebrajando con el discurso feminista, el de las comunidades LGTB, el anticolonizador, pero a la vez quienes han crecido en ese sistema sienten como una amenaza todas esas voces. Por eso, cuando aparece un partido de extrema derecha que defiende los valores puros del patriarcado, mucha gente que no lo votaría en otras circunstancias, como ve que está en peligro su identidad, lo acaba votando. Toni, el hermano de Tomás, es uno de ellos.

–La madre, que acaba pidiendo perdón a su hijo, representa a una generación que no supo qué hacer con los niños que no respondían a la norma.

–Esta novela nace precisamente porque unas navidades mi madre me pidió perdón. Yo sentí que una etapa que se había alargado toda mi vida se cerraba. La relación entre una madre y un hijo homosexual es como un viaje, y ese viaje a veces puede llegar a un destino o no. La madre dice en la novela que la engañaron: entonces había unos programas de televisión, unas políticas sociales, una cultura general que creía que a los hijos homosexuales se les podía curar con disciplina y menosprecio, para que viesen que estaban en el camino equivocado. Hasta que esas mujeres se topan con otros referentes, con que la Organización Mundial de la Salud rechaza que ser gay sea una enfermedad, con que se aprueban otras políticas... Eso no significa, que conste, que mi madre salga ahora a la calle el día del Orgullo. Ella está marcada por esas mentiras y esas manipulaciones, del mismo modo que yo estoy marcado por el acoso que sufrí. La sensación de tiempo perdido y fracaso es común en los dos. Ahora estamos empezando a tener una relación sana.

Paco Tomás.
Paco Tomás.

Paco Tomás. / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

–En un pasaje de la novela, Tomás lamenta que los hombres homosexuales "hemos decidido que el sexo que mola es el violento", han "fetichizado la estética y los roles del agresor".

–Y yo no lo acabo de entender. Quizás forme parte de un proceso de apropiación de aquello que nos hacía daño, del mismo modo que nos apropiamos del insulto de maricón y lo desactivamos. En el fondo es lo que hacía Tom of Finland, que convertía en objetos de deseo a policías o soldados nazis, y en eso percibo una sensación de sometimiento que yo no acabo de entender. Lo que ahora llaman empotrador, en el fondo, era el agresor del patio del colegio. No reivindico el sexo vainilla, pero esa fetichización me cuesta un poco, lo admito.

"MI MADRE ESTÁ MARCADA POR LA EDUCACIÓN QUE RECIBIÓ DEL MISMO MODO QUE YO LO ESTOY POR MI INFANCIA"

–En el libro se cuenta que Luis Aragonés rechazó un ramo de flores que le regalaban y él respondió que a él "por el culo, ni el pelo de una gamba".

–Y uno escribe en Google las mejores frases de Luis Aragonés y te sale esa. El fútbol me parece un entretenimiento atávico donde puedes gritar insultos racistas, homófobos, sexistas... Y me da la razón que se celebre un Mundial en un país que vulnera los derechos humanos, pero los derechos de las víctimas del patriarcado, de las mujeres y de las comunidades LGTB. ¿Cuál es el problema? Para el patriarcado, ninguno. Yo siempre vincularé el fútbol al patio del colegio, a ese día que me fui a jugar con las chicas y mis compañeros pararon el partido para venir a insultarme. Dicen que transmite los valores del deporte, pero no es verdad, el fútbol es un negocio. No puedes comparar las gradas de un partido de tenis, de balonmano, con el de un partido de fútbol.

–Usted aprendió de Tom Spanbauer que "escribir es una buena manera de curarse por dentro". ¿Este libro le ha sanado?

–A mí me sana escribir, aunque no lo publique. Spanbauer es el creador de eso que se llama escritura peligrosa, que en el fondo es la gran frase de Carrie Fisher de coge tu corazón roto y conviértelo en arte. Rebusca en tu daño y pon sobre el papel tus entrañas. Eso lo he hecho con este libro. ¿Y sabe una cosa? Estoy viendo con sorpresa que la gente más joven se ve reflejada también en esta historia. En otro nivel, porque la sociedad ya es distinta, afortunadamente, pero sí sienten algo parecido a lo que se retrata en la novela: que fueron bichos raros, que estuvieron solos... Al fin y al cabo, esas vivencias, esas experiencias comunes, son las que nos hacen comunidades, por eso somos comunidades LGTBI+, porque hemos vivido algo similar, da igual la edad, el país o la raza.

31 octubre 2022

Recuperando la memoria de Manuel Sánchez Librero

En el trágico verano español de 1936 Manuel Sánchez Librero (Aznalcóllar, Sevilla, 1904-1937) trabajaba como chófer del autocar de la Compañía Gaditana de Minas que cubría las rutas entre Aznalcóllar y Sevilla, Sanlúcar la Mayor y Gerena. Hasta nuestros días ha llegado su permiso de conducción de "vehículos mecánicos de cuarta categoría" número 1982, (era propietario de su propio camión de transporte, lo que le generó envidias entre algunos vecinos maliciosos), extendido por el Gobierno Civil de Sevilla, y en cuyo reverso se hacía constar que se había examinado en un camión "Wichita". 

También se ha conservado el último taco de billetes de 2,50 pesetas que él mismo arrancaba y entregaba a cada pasajero. En su último trayecto entre Sanlúcar la Mayor y Gerena solo pudo utilizar los primeros 12 billetes de ese taco gris. Su vida se paró en el billete número 13. Igualmente, sus descendientes han conservado su pase gratuito para Tranvías de Sevilla correspondiente al año 1936, en el que aparece retratado sujetando un periódico en las manos. Una imagen que sugiere un joven lector.

Ya tenía los dichos tomados, como se decía por aquel entonces, con Marina, su prometida. Se lo llevaron cuando estaba a punto de casarse por lo civil (como hiciera su hermana Erodia, madre de su sobrina Manola) y de estrenar casa en Aznalcóllar, motivo de envidia entre los que lo arrestaron, que prendieron fuego a la misma. No estaba afiliado a ningún partido o sindicato. Se decía de él que no se metía en política.

Guapo, rubio y de ojos verdes, Manuel Sánchez Librero era hermano de Amelia Sánchez Librero, y tío de Manola Palomo Sánchez , quien ha cedido su ADN salivar para la identificación futura de sus restos cuando éstos aparezcan. Fue asesinado a los 33 años de edad dentro del término de Sanlúcar la Mayor, por demócrata, por agnóstico, y, seguramente también, por ser una persona decente.  Residía en la casa de sus padres, ubicada en la Calle Alcalde Felipe Macías Caparrós. A día de hoy permanece desaparecido.

Tras el asesinato de Manuel, su hermana Amelia comenzó a enfrentarse a menudo con los falangistas, que la obligaban a poner la bandera franquista en el balcón de la casa familiar en Aznalcóllar. En una ocasión, Amelia se fue resuelta a la azotea, echó mano de una bata negra, la colgó de un escobón y la fijó al balcón en señal de luto por la muerte de su hermano. Al pronto, volvieron a presentarse los falangistas en el domicilio recordándole que esa no era la bandera que ellos le habían dado para que la colgara. Amelia desobedeció la orden y el escobón siguió colgado del balcón con la bata a modo de crespón negro. Amelia era una mujer echá p'alante, que no se callaba una. Cuando la obligaban a alzar el brazo para hacer el saludo fascista, ella no lo levantaba nunca. Los falangistas solían meterle por el costado la muleta que llevaban para hacerle levantar el brazo, pero ella se metía las manos en los bolsillos o se cruzaba de brazos.

Su sobrina Manola, de 84 años, que me refiere los hechos, conserva aún hoy (guardado en una bolsita hermética de plástico) el amuleto que su tío Manuel llevaba (imaginamos que colgado) en su camión, y que no era una estampita religiosa ni cualquier otro objeto supersticioso sino un pequeño rosquito de pan duro de apenas 6 x 3 centímetros, con el que ella aún pasea sintiéndole a su vera. No sale a la calle sin él. 

En Sevilla y su provincia no hubo guerra entre militares o conflicto bélico propiamente dicho, sino un exterminio deliberado de civiles, un genocidio en toda regla de hombres, mujeres y niños. El conductor Manuel Sánchez Librero fue uno de ellos.

Recomiendo a quien esto lea el documental Pico Reja, la verdad que esconde la tierra, disponible en Filmin y Movistar, que documenta este genocidio sevillano e ilustra la lucha de los familiares de las víctimas por recuperar los cuerpos de sus desaparecidos, que son nuestros desaparecidos, los muertos de todos. Recordar es descubrir que sigue vivo lo que en otro tiempo vivió, sentir lo que pudo ser y no fue. cmg2022

PD: Hoy, 31 de octubre de 2022, el Estado español ha celebrado en el Auditorio Nacional de Música, en Madrid, el primer acto conmemorativo con motivo del Día de Recuerdo y Homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la Guerra Civil y la dictadura franquista. ¡NUNCA MÁS!

03 octubre 2022

La belleza cruda

El canon de belleza masculina ha cambiado sustancialmente desde finales del siglo XX hasta nuestros días. En la actualidad, imperan los cuerpos masculinos depilados, tatuados o perforados (cuando no hipermusculados), las cejas delineadas, la piel sobrebronceada. La lengua inglesa, tan capaz para denominar lo novedoso, ha acuñado el híbrido manscaping. Hay, además, un trasfondo exhibicionista/narcisista innegable (algunos se miran y remiran en espejos varios). En playas, gimnasios, saunas o en perfiles de contactos ya apenas se observa la belleza cruda de antaño: hombres naturales de la cabeza a los pies, sin cosmetizar, en armonía con sus atributos. En los años 80 y 90 los varones lucían sus axilas sin afeitar, sus piernas y brazos peludos, la mata del pubis intacta, su vello corporal tal cual. Hoy en día, el modelo de belleza se ha visto transformado/manipulado por la presión grupal y por la homogeneizante insistencia publicitaria, que ha creado cuerpos feminizados, desprovistos de rasgos varoniles. Los depilados parecen zombis de la moda. La única excepción a este desierto piloso son las sensuales barbas recortadas que algunos se dejan crecer. Alguien, con acierto y con retranca, ha llamado a este fenómeno la venganza del travesti. Aunque, a juzgar por lo que muestra el hombre del autorretrato, no todo está perdido. ¡Ojalá pase pronto esta moda tan globalizada como absurda y los hombres vuelvan a parecer hombres! Donde hay pelo hay alegría, y mariconadas, las justas. Saludos peludos. cmg2017


Hombre anónimo autorretratándose en bañador

29 septiembre 2022

21 septiembre 2022

Museo Virtual de la Guerra Civil Española



Por Peio H. Riaño, eldiario.es 14.09.22

Además de la aportación de Canadá, que proviene de sus presupuestos para el área de investigación, han logrado reunir otros 20.000 euros de varias instituciones, como la York University (Toronto, Canadá) y la Trent University, que mantendrán durante los próximos diez años el alojamiento y actualización de la web del museo. 

La embajada de España en Canadá contribuye con 2.000 euros que servirán para sufragar el diseño gráfico del museo. Cuentan los creadores del museo que lo más difícil ha sido conseguir los derechos de las imágenes para publicarlas y aquí han ayudado tanto el Archivo General de la Administración (AGA) como el Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca. ¿Ha colaborado la Secretaría de Estado de Memoria Democrática en el proyecto? “Existe la promesa de apoyarlo con la traducción a otras lenguas del Estado”, responde el historiador Antonio Cazorla. El museo es accesible en inglés y español, de momento.

La imagen con la que recibe al visitante es la desgarradora fotografía de la mujer llorando a los pies del cadáver de su marido, asesinado por el bombardeo franquista sobre la ciudad de Lleida. A Cazorla le parece oportuna para señalar las contradicciones de esta guerra civil, porque el hombre fallecido era favorable al golpe de Estado. “No queremos glorificar la guerra, sino contar la miseria”, dice por teléfono desde su despacho en la Universidad de Trent. 

La foto es un icono revelador sobre el punto de vista del museo, que podría tener un reflejo en el Museu Memorial de l'Exili, en La Jonquera, cuyo objetivo es difundir la memoria y el legado de las personas que tuvieron que huir del franquismo y de “la diáspora catalana contemporánea”. Sin embargo, no hay institución dedicada al repaso pormenorizado de aquellos acontecimientos que avanzaron el desastre del siglo XX. Reconoce que han puesto en marcha el museo virtual porque no existe en España un museo “de ladrillo” dedicado a contar la Guerra Civil. “En el Estado español no ha existido ningún interés por contarla”, dice. Lamenta esta situación y la compara con Francia, donde Cazorla ha contado hasta un centenar de museos dedicados a reconstruir el relato de la II Guerra Mundial. 

Lenguaje directo

De momento, podrán consultarse 130 entradas sobre el comienzo de la Guerra Civil y desarrollo del conflicto, las retaguardias, la vida cotidiana en el frente, el contexto internacional y la memoria histórica. Cada una de ellas incluye fichas en las que se explica, por ejemplo, el avión Dragon Rapide, el avión alquilado por el banquero Juan March para transportar a Franco hasta Tetuán y poner en marcha los planes que desencadenarían el golpe de Estado y levantamiento militar contra la República. También hay imágenes sobre la represión, objetos, la vida en las trincheras, las tropas rebeldes y un largo etcétera. Para la segunda fase de crecimiento del museo se incluirá un capítulo dedicado a las causas de la Guerra Civil, el papel desempeñado por la mujer o los paisajes de la guerra. 

La intención es profundizar en el conocimiento y divulgación de los estudios secundarios sobre la guerra, apoyándose para contextualizarlos en documentos y artefactos, conservados en el depósito español más grande, el AGA. “La Guerra Civil española (1936-1939) fue un acontecimiento definitorio de la historia de España y uno de los eventos seminales del siglo XX. A pesar de su importancia y de la inmensa literatura académica dedicada a su conocimiento, tanto en España como a nivel mundial, las formas en que se ha comunicado la guerra civil al público español e internacional han sido, en general, muy polémicas”, explican los organizadores del museo compuesto por un equipo internacional, multilingüe y multidisciplinario de historiadores, arqueólogos, académicos de estudios culturales y especialistas en humanidades digitales.

“Es un proyecto al margen del relato oficial. Parte de la sociedad civil, en colaboración puntual con instituciones, que aportan dinero o derechos de imágenes. El enfoque del museo es desde la historia social y cultural”, indica Cazorla, aunque también se cuentan algunas de las batallas más importantes de la contienda. 

Déficit de historia pública

Cazorla cree que en España “hay un déficit de historia pública”, que es la historia dedicada a formar al público. “El problema es que nuestra historia pública carece de un relato para el público. Eso es lo que quiere cubrir este museo”, dice. “Lo habitual es que se cuente la nación como víctima y heroína, pero no como nación bellaca. Por eso, los museos sobre guerras civiles son tan escasos. Por eso, hemos tratado de construir un espacio que el Estado español se ha negado a construir. Ni la izquierda ni la derecha se han atrevido a hacer la propuesta. Una prefiere refugiarse en la memoria y la otra, en que se reabren las heridas”, añade Antonio Cazorla desde Ontario (Canadá), donde desde hace más de una década ejerce como catedrático de Historia Contemporánea de Europa.

Un pañuelo bordado con los colores de la República.

La misión declarada del Museo virtual de la Guerra Civil española es sintetizar la erudición más actualizada sobre la contienda y sus secuelas a largo plazo. También pretende evaluar los documentos en poder de las instituciones asociadas para su análisis y exhibición. Y montar una exhibición que combine síntesis académica y fuentes primarias de una manera que atraiga a un amplio público internacional. Son objetivos que insisten en reforzar la idea de “historia pública” que, sin renunciar a la calidad del contenido se esfuerza por comunicar. Porque, como dice Cazorla, “en España hay muchos lugares sin memoria y muchas memorias sin lugar”.

Un museo para leer

Entre los objetos que han rescatado de momento, y que irán creciendo, llama la atención un pañuelo bordado con los colores de la bandera de la Segunda República. Los investigadores que han escrito las fichas explican a partir de este caso el legado de los símbolos de represores y víctimas. Apuntan que la memoria de la Segunda República se ha desvanecido ante la de la guerra civil y la dictadura. “El cine y la literatura españoles, que se han centrado poderosamente en recuperar a las víctimas olvidadas de la Guerra Civil y la dictadura, han tendido a presentar a la Segunda República como un simple preámbulo para la acción, por ejemplo, en La lengua de las mariposas, de José Luis Cuerda, o en Belle Époque, de Fernando Trueba”, puede leerse en el museo.

Este museo virtual también es un ejercicio de contrapropaganda, en el que se aclara que, desde la más inmediata posguerra, las iniciativas de memoria de la dictadura reforzaron la victoria de Franco y descalificaron a los vencidos de cualquier presencia en el horizonte de la memoria nacional. De ahí se ha llegado al estado actual del Valle de los Caídos, en origen planeado para glorificar a los muertos de los rebeldes y transformado para contener los caídos de los dos ejércitos. “Es un monumento que nunca ha sido neutral y sigue siendo foco de una muy justificada polémica”, puede leerse en el museo. Tampoco elude la situación de la recuperación y dignificación de algunas víctimas de la represión franquista, “enterrados en fosas comunes o agujeros junto a las carreteras desde los años del conflicto, aunque muchos lugares están aún por excavar”. 

17 septiembre 2022

Teoría del ciberarmario (o la curiosidad mató al "hetero")

Por CARLOS MARTÍN GAEBLER


Dedicado a esos hombres que ansían parecer lo que no son.

En estos tiempos de noticias falsas abundan igualmente los hombres falsos que pululan por aplicaciones de contactos homosexuales o en chats de videollamadas aleatorias de un nuevo armario global, el ciberarmario. El ciberespacio se ha convertido en el nuevo armario, un espacio donde se esconden, enmascarados, muchos hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH), que se denominan a sí mismos discretos, un eufemismo que les permite simular ser heterosexuales.

Los valores éticos escasean tras una máscara de anonimidad, que para algunos homosexuales secretos es permanente. Algunos se creen con derecho a no mostrar el rostro al tiempo que esperan que otros se sientan en la obligación de dar la cara. Se creen superiores en su invisibilidad, cual troles en el fango de las redes.

El ciberarmario desenmascara a individuos tóxicos de parca educación sexual, dejando al descubierto sus falsedades, su embrollo mental. En paralelo, el miedo escénico a la violencia verbal de los homófobos fuerza a muchos a permanecer ocultos en el ciberarmario, albergando la ilusión de seguir perteneciendo a la fratría, a la tribu hetero. La lengua inglesa denomina este fenómeno de forma más precisa, incluso me atrevería a señalar que más honesta: straight-acting, es decir, actuar como si uno fuese hetero, representar un papel ficticio para mantener la presunción de heterosexualidad. Algunos ejemplos:

VidaHeteroMax busca “chavales como yo, discretos masculinos, al máximo vida hetero. Me mola morbazo a tope entre colegas.” 

Sexmaxdiscr demanda “discreción máxima 100x1000 y en la calle no te conozco. Yo con novia.”

Discreto Máx declara "Vida Hetero 100% = Discreción Máxima. Gente de buen rollo. Heteros = plus"

Roberdosmil se define como "chico de 43 años. 109 y 92kg. Aspecto masculino. Muy discreto buscando igual. Vida de hetero con novia. No se si te va."

Se comportan como si la liberación homosexual nunca hubiera comenzado hace medio siglo, allá por 1969, fecha que marca un antes y un después en la percepción del hombre homosexual como individuo libre y sano. Aunque la heterogeneidad de las fantasías sexuales es insondable, para cualquier investigador, estos hombres armarizados y atenazados por el miedo aportan tal caudal de datos para la observación sociológica y psicológica que servirían para escribir un novedoso TFG o una original tesis doctoral.

Los pensamientos tóxicos sobre la homosexualidad han existido siempre, pero ahora algunos los escriben en un teclado, haciendo a veces un pobre uso del lenguaje. Aquí va una sucesión de perlas recopiladas en Grindr:

Pasivo45belludo: Haber busco hechar un polvo. Cuerpo de gymnasio. Qué te gusta aser? Hechas mucha lefa? Hablamé. Perfiles vacio no hablo. Sino tienes sitio bente o boy a tu casa. Quieres que valla? No chulos. No drogas. Buen royo. A una cosa me gusta la discreccion...” (sic.)

Suelen buscar sexo solo con tíos 100% activos porque de este modo se crean la fantasía de que están con un “hetero”, evitan a tíos versátiles, pues los perciben como “maricones,” y rechazan la idea de tener sexo con estos homosexuales para no creerse homosexuales ellos mismos. Alguna vez me he tenido que reprimir las ganas de decirle a alguno: “pues, para creerte hetero, comes muy bien la polla,” pero hay que ser un caballero hasta en la cama.

Dicho de otro modo, fantasean con que lo hacen con “otro heterosexual”, haciéndose la ilusión de no percibirse como maricones ("busco solo heterosno me atraen gays"). Se autodenominan heteros ("heteroxhetero"), lo que no es sino una cortina de humo para ocultar la vergüenza que les causa ser tan maricones como cualquier otro. Se autoengañan pensando que el otro es “hetero”:

Vienes, te la como y te vas ¿te importa? Es lo que me da morbo. No, no me comas la polla. Busco dominante. Tú te dejas hacer, como si fueras hetero. Sin hablar.

Prefieren la endogamia (“colegueo” lo llaman) de quienes actúan como ellos (se llaman "colegas" entre sí). Y, habitualmente, no se dejan besar ("yo ni besos ni nada de eso"), pues ese rasgo de ternura es impropio de un varón machista. Esta ausencia de ternura es otro de los rasgos definitorios del macho armarizado, tanto en la comunicación en línea como durante el sexo. Un proceso mental perverso de principio a fin (“y si nos vemos en la calle, yo no te conozco”), que perpetúa rancios roles machistas. Una masculinidad tóxica que alguno se debería hacer mirar.

En la obsesión por hacerse de una identidad falsa que les sirva de tapadera, alguno no tiene escrúpulos en usurpar la imagen de otro, que luego adopta como foto de perfil, dispuesto a lo que sea con tal de asociar su imagen, por ejemplo, a la del heterosexualizado universo futbolero. La mayoría, sin embargo, opta bien por no publicar imagen alguna y dejar la silueta de una cabeza gris sobre fondo negro y oscuro, como el fondo de un armario, o bien elige mostrar una fotografía de su torso fibrado pero descabezado.

La etiqueta más utilizada en este gremio es "discreto, vida hetero," un eufemismo con el que dar a entender que se trata de un homosexual secreto, armarizado, que se hace pasar por heterosexual por miedo a ser percibido como homosexual (algunos hasta lo manifiestan por escrito: "nadie sabe que me van los tíos," "y si nos vemos por la playa, pido mucha discreción, ya que a mis amigos no se les pasa por la cabeza nada.") 

Sorprende que en el siglo 21 la presión social heteronormativa sea tan potente que lleve a algunos hombres bisexuales a percibirse como heterosexuales cuando les gusta comerle la polla a otro hombre o que otros hombres se la coman a ellos. La atávica pulsión por aparentar. Un comportamiento visceral e instintivo, provocado por el uso compulsivo de las redes, les lleva a no tener que pensar ni plantearse su situación. Estas personas se escudan en el anonimato y en la falta de consecuencias de sus propias acciones.

En el tóxico ciberarmario se comprueban las nefastas consecuencias de la ausencia en España de asignaturas como Educación para la Ciudadanía o Educación Sexual en los currículos escolares, lo que habría ayudado a inculcar valores cívicos y prácticas saludables. El autoengaño es un fastidioso signo de estos tiempos. Para contrarrestarlo, terminaré recordando algunas verdades semánticas, que en absoluto obedecen a criterios ideológicos, pero que, por obvias que parezcan, pueden contribuir a la educación sexual colectiva:

  • Heterosexualidad no es sinónimo de masculinidad, ni homosexualidad lo es de afeminamiento.
  • La heterosexualidad NO aumenta la masculinidad.
  • Creerse más hombre que otro por tener sexo con mujeres es propio de machistas. El supremacismo sexual es consustancial al macho.
  • La nueva masculinidad no reside en la testosterona ni en la entrepierna sino en la inteligencia emocional y en la afectividad.

Cuando un homosexual muestra homofobia o autohomofobia, este comportamiento no es sino señal de una mente enferma (It's homophobia that's queer), como lo es la violencia machista contra las mujeres, la discriminación contra los inmigrantes o el fanatismo religioso. Denota un no estar en paz consigo mismo, una lucha contra el propio yo.

Conviene recordar que un hombre homosexual es simplemente quien tiene sexo con otros hombres (el adjetivo se refiere a un hecho meramente biológico); sin embargo, un hombre gay es quien es capaz de establecer relaciones emocionales, culturales, intelectuales, y también sexuales, con otro hombre, en un plano de igualdad y respeto mutuo. La diferencia es notoria y conviene tenerla presente. (Véase mi artículo Los gays y los homosexuales.)

La buena noticia es que hay una salida ética a esta espiral de toxicidad masculina: transitar de homosexual a gay; es decir, recorrer el camino para aceptarse como uno es y ser feliz en sociedad. Esta es la tarea que todos los gays hemos tenido que realizar con esfuerzo y determinación en algún momento de nuestra vida. Nos lo hemos currado, pero ahora somos personas libres y realizadas.

Esta transición hacia la autoaceptación requiere paciencia, resiliencia y coraje. Hoy día millones de gays somos felices viviendo una nueva masculinidad, pero miles de hombres que viven su homosexualidad en la ocultación, en la presunción de heterosexualidad, son infelices atrapados en una doble vida basada en falsedades (y en engaños a novias y esposas). Por tanto, la homosexualidad o la bisexualidad se pueden (y se deben) vivir con normalidad fuera de la toxicidad del ciberarmario. El magnífico cortometraje "masculino_32" (Filmin) ilustra muy bien este modus operandi.

Para salir del ciberarmario y sentirse bien con la propia identidad recomiendo leer a especialistas como Gabriel J. Martín (www.gabrieljmartin.com), autor de Quiérete mucho, maricón y Gaynteligencia emocional, cuyo blog sobre psicología afirmativa gay es uno de los mejores en español, o a otros autores que han escrito mucho y bien sobre visibilidad y normalidad gay, como Luisgé Martín, Luis Alegre o Leopoldo Alas; informarse en las webs de asociaciones de ayuda a personas LGTB, como Cogam o Triángulo; ver películas que versen sobre cómo afrontar la transición de homosexual a gay, tales como Beautiful Thing, o God’s Own Country; o, en un tono más desenfadado, igualmente sanador es desternillarse de risa con los vídeos del youtubero Mr, Avelain sobre asuntos gays. Es imprescindible leer el espléndido artículo de Jesús Encinar Cómo salir del armario (cuando no sabes cómo hacerlo).

Y, recuerde, si a usted le gusta follar con mujeres y también con hombres, usted no es “hetero” (revise el diccionario), ni curioso ni discreto, sino bisexual, con B de LGTB, y eso no es ningún problema, por mucho que la bisexualidad masculina siga en el armario, como demuestra este informe. En la era de la información, la ignorancia es una elección. cmg2020