17 septiembre 2022

Teoría del ciberarmario (o la curiosidad mató al "hetero")

Por CARLOS MARTÍN GAEBLER


Dedicado a esos hombres que ansían parecer lo que no son.

En estos tiempos de noticias falsas abundan igualmente los hombres falsos que pululan por aplicaciones de contactos homosexuales o en chats de videollamadas aleatorias de un nuevo armario global, el ciberarmario. El ciberespacio se ha convertido en el nuevo armario, un espacio donde se esconden, enmascarados, muchos hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH), que se denominan a sí mismos discretos, un eufemismo que les permite simular ser heterosexuales.

Los valores éticos escasean tras una máscara de anonimidad, que para algunos homosexuales secretos es permanente. Algunos se creen con derecho a no mostrar el rostro al tiempo que esperan que otros se sientan en la obligación de dar la cara. Se creen superiores en su invisibilidad, cual troles en el fango de las redes.

El ciberarmario desenmascara a individuos tóxicos de parca educación sexual, dejando al descubierto sus falsedades, su embrollo mental. En paralelo, el miedo escénico a la violencia verbal de los homófobos fuerza a muchos a permanecer ocultos en el ciberarmario, albergando la ilusión de seguir perteneciendo a la fratría, a la tribu hetero. La lengua inglesa denomina este fenómeno de forma más precisa, incluso me atrevería a señalar que más honesta: straight-acting, es decir, actuar como si uno fuese hetero, representar un papel ficticio para mantener la presunción de heterosexualidad. Algunos ejemplos:

VidaHeteroMax busca “chavales como yo, discretos masculinos, al máximo vida hetero. Me mola morbazo a tope entre colegas.” 

Sexmaxdiscr demanda “discreción máxima 100x1000 y en la calle no te conozco. Yo con novia.”

Discreto Máx declara "Vida Hetero 100% = Discreción Máxima. Gente de buen rollo. Heteros = plus"

Roberdosmil se define como "chico de 43 años. 109 y 92kg. Aspecto masculino. Muy discreto buscando igual. Vida de hetero con novia. No se si te va."

Se comportan como si la liberación homosexual nunca hubiera comenzado hace medio siglo, allá por 1969, fecha que marca un antes y un después en la percepción del hombre homosexual como individuo libre y sano. Aunque la heterogeneidad de las fantasías sexuales es insondable, para cualquier investigador, estos hombres armarizados y atenazados por el miedo aportan tal caudal de datos para la observación sociológica y psicológica que servirían para escribir un novedoso TFG o una original tesis doctoral.

Los pensamientos tóxicos sobre la homosexualidad han existido siempre, pero ahora algunos los escriben en un teclado, haciendo a veces un pobre uso del lenguaje. Aquí va una sucesión de perlas recopiladas en Grindr:

Pasivo45belludo: Haber busco hechar un polvo. Cuerpo de gymnasio. Qué te gusta aser? Hechas mucha lefa? Hablamé. Perfiles vacio no hablo. Sino tienes sitio bente o boy a tu casa. Quieres que valla? No chulos. No drogas. Buen royo. A una cosa me gusta la discreccion...” (sic.)

Suelen buscar sexo solo con tíos 100% activos porque de este modo se crean la fantasía de que están con un “hetero”, evitan a tíos versátiles, pues los perciben como “maricones,” y rechazan la idea de tener sexo con estos homosexuales para no creerse homosexuales ellos mismos. Alguna vez me he tenido que reprimir las ganas de decirle a alguno: “pues, para creerte hetero, comes muy bien la polla,” pero hay que ser un caballero hasta en la cama.

Dicho de otro modo, fantasean con que lo hacen con “otro heterosexual”, haciéndose la ilusión de no percibirse como maricones ("busco solo heterosno me atraen gays"). Se autodenominan heteros ("heteroxhetero"), lo que no es sino una cortina de humo para ocultar la vergüenza que les causa ser tan maricones como cualquier otro. Se autoengañan pensando que el otro es “hetero”:

Vienes, te la como y te vas ¿te importa? Es lo que me da morbo. No, no me comas la polla. Busco dominante. Tú te dejas hacer, como si fueras hetero. Sin hablar.

Prefieren la endogamia (“colegueo” lo llaman) de quienes actúan como ellos (se llaman "colegas" entre sí). Y, habitualmente, no se dejan besar ("yo ni besos ni nada de eso"), pues ese rasgo de ternura es impropio de un varón machista. Esta ausencia de ternura es otro de los rasgos definitorios del macho armarizado, tanto en la comunicación en línea como durante el sexo. Un proceso mental perverso de principio a fin (“y si nos vemos en la calle, yo no te conozco”), que perpetúa rancios roles machistas. Una masculinidad tóxica que alguno se debería hacer mirar.

En la obsesión por hacerse de una identidad falsa que les sirva de tapadera, alguno no tiene escrúpulos en usurpar la imagen de otro, que luego adopta como foto de perfil, dispuesto a lo que sea con tal de asociar su imagen, por ejemplo, a la del heterosexualizado universo futbolero. La mayoría, sin embargo, opta bien por no publicar imagen alguna y dejar la silueta de una cabeza gris sobre fondo negro y oscuro, como el fondo de un armario, o bien elige mostrar una fotografía de su torso fibrado pero descabezado.

La etiqueta más utilizada en este gremio es "discreto, vida hetero," un eufemismo con el que dar a entender que se trata de un homosexual secreto, armarizado, que se hace pasar por heterosexual por miedo a ser percibido como homosexual (algunos hasta lo manifiestan por escrito: "nadie sabe que me van los tíos," "y si nos vemos por la playa, pido mucha discreción, ya que a mis amigos no se les pasa por la cabeza nada.") 

Sorprende que en el siglo 21 la presión social heteronormativa sea tan potente que lleve a algunos hombres bisexuales a percibirse como heterosexuales cuando les gusta comerle la polla a otro hombre o que otros hombres se la coman a ellos. La atávica pulsión por aparentar. Un comportamiento visceral e instintivo, provocado por el uso compulsivo de las redes, les lleva a no tener que pensar ni plantearse su situación. Estas personas se escudan en el anonimato y en la falta de consecuencias de sus propias acciones.

En el tóxico ciberarmario se comprueban las nefastas consecuencias de la ausencia en España de asignaturas como Educación para la Ciudadanía o Educación Sexual en los currículos escolares, lo que habría ayudado a inculcar valores cívicos y prácticas saludables. El autoengaño es un fastidioso signo de estos tiempos. Para contrarrestarlo, terminaré recordando algunas verdades semánticas, que en absoluto obedecen a criterios ideológicos, pero que, por obvias que parezcan, pueden contribuir a la educación sexual colectiva:

  • Heterosexualidad no es sinónimo de masculinidad, ni homosexualidad lo es de afeminamiento.
  • La heterosexualidad NO aumenta la masculinidad.
  • Creerse más hombre que otro por tener sexo con mujeres es propio de machistas. El supremacismo sexual es consustancial al macho.
  • La nueva masculinidad no reside en la testosterona ni en la entrepierna sino en la inteligencia emocional y en la afectividad.

Cuando un homosexual muestra homofobia o autohomofobia, este comportamiento no es sino señal de una mente enferma (It's homophobia that's queer), como lo es la violencia machista contra las mujeres, la discriminación contra los inmigrantes o el fanatismo religioso. Denota un no estar en paz consigo mismo, una lucha contra el propio yo.

Conviene recordar que un hombre homosexual es simplemente quien tiene sexo con otros hombres (el adjetivo se refiere a un hecho meramente biológico); sin embargo, un hombre gay es quien es capaz de establecer relaciones emocionales, culturales, intelectuales, y también sexuales, con otro hombre, en un plano de igualdad y respeto mutuo. La diferencia es notoria y conviene tenerla presente. (Véase mi artículo Los gays y los homosexuales.)

La buena noticia es que hay una salida ética a esta espiral de toxicidad masculina: transitar de homosexual a gay; es decir, recorrer el camino para aceptarse como uno es y ser feliz en sociedad. Esta es la tarea que todos los gays hemos tenido que realizar con esfuerzo y determinación en algún momento de nuestra vida. Nos lo hemos currado, pero ahora somos personas libres y realizadas.

Esta transición hacia la autoaceptación requiere paciencia, resiliencia y coraje. Hoy día millones de gays somos felices viviendo una nueva masculinidad, pero miles de hombres que viven su homosexualidad en la ocultación, en la presunción de heterosexualidad, son infelices atrapados en una doble vida basada en falsedades (y en engaños a novias y esposas). Por tanto, la homosexualidad o la bisexualidad se pueden (y se deben) vivir con normalidad fuera de la toxicidad del ciberarmario. El magnífico cortometraje "masculino_32" (Filmin) ilustra muy bien este modus operandi.

Para salir del ciberarmario y sentirse bien con la propia identidad recomiendo leer a especialistas como Gabriel J. Martín (www.gabrieljmartin.com), autor de Quiérete mucho, maricón y Gaynteligencia emocional, cuyo blog sobre psicología afirmativa gay es uno de los mejores en español, o a otros autores que han escrito mucho y bien sobre visibilidad y normalidad gay, como Luisgé Martín, Luis Alegre o Leopoldo Alas; informarse en las webs de asociaciones de ayuda a personas LGTB, como Cogam o Triángulo; ver películas que versen sobre cómo afrontar la transición de homosexual a gay, tales como Beautiful Thing, o God’s Own Country; o, en un tono más desenfadado, igualmente sanador es desternillarse de risa con los vídeos del youtubero Mr, Avelain sobre asuntos gays. Es imprescindible leer el espléndido artículo de Jesús Encinar Cómo salir del armario (cuando no sabes cómo hacerlo).

Y, recuerde, si a usted le gusta follar con mujeres y también con hombres, usted no es “hetero” (revise el diccionario), ni curioso ni discreto, sino bisexual, con B de LGTB, y eso no es ningún problema, por mucho que la bisexualidad masculina siga en el armario, como demuestra este informe. En la era de la información, la ignorancia es una elección. cmg2020

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchos varones saben que no pueden ser los hombres que eran antes y no saben cómo ser hombres ahora.

Anónimo dijo...

Me encanta esa gran parda de mentiras ideológicas que os montáis los del lobby. Seguid viviendo en vuestras realidades paralelas que algún día os caeréis del burro.

Anónimo dijo...

Tienes mucha razón en que es un mundo muy tóxico, pero para mí ha sido un trampolín NECESARIO para aceptarme hoy como homosexual. Además, sí que es verdad que hay gente joven que no tiene esas actitudes (me voy a incluir ahí) y que lo necesita para empezar a descubrirse como persona, porque no a todos nos dicen que se puede ser gay y que es una condición sexual tan válida como cualquier otra.

No mires a los ojos de la gente... dijo...

El lobby puede ser muy muy criticable pero en la actualidad y mientras que exista una mentalidad imperante machista (afortunadamente va desapareciendo) será necesario y tal vez, punto de referencia, para esas personas que viven sus deseos sexuales reprimidos sin posibilidad de gestionarlo.

Anónimo dijo...

Todo lo que cuentas es cierto e interesante y fácilmente entendible porque está muy bien resumido. Yo creo que todo este tipo de personas ha existido siempre. Hoy en día quizás es más visible por la aparición de las redes. Las redes son como un bar sin derecho de admisión. Entra toda clase de gente y tú hablas o te relacionas con quien es más afín a ti. Como consecuencia, los complejos se han hecho más visibles y públicos ahora con las redes.

Anónimo dijo...

He empezado a leer y está fenomenal. Da un matiz al fenómeno que vivimos hoy, pero nadie que yo sepa le ha dado nombre hasta hoy: ciberarmario. Está muy bien escrito. Lo que describes es la realidad.

Carlos Martín Gaebler, PhD dijo...

La eminente psiquiatra y psicoterapeuta Marie-France Hirigoyen, en su libro Las nuevas soledades, señala que cada vez hay más personas que no tienen ninguna sexualidad salvo la virtual. Este fenómeno empezó a darse en Japón, pero ahora los psicólogos británicos están preocupadísimos porque muchos jóvenes ya no tienen sexualidad física. Tienen una sexualidad compulsiva por Internet, pero el intercambio amoroso y sexual se da cada vez menos. Este intercamvio esta dejando de producirse. Al final, practicar sexo es comunicación y no hacerlo es incomunicación.

Juan Antonio Matute dijo...

Entre el discreto, el hetero curioso, el hetero en el baño te espero, el hetero flexible, el vida hetero, el discreto no mando cara... al final, resulta que me he bajado el Candy Crush en vez del Grindr.

Anónimo dijo...

En respuesta a un comentario anterior, la celebración del orgullo no obedece a una opción ideológica, sino al logro de una igualdad por la que muchos hemos luchado y que finalmente hemos conquistado. Nada de ideológico en ello, a pesar de que lo repita machaconamente la ultra derecha. Lo que sí me parece una opción ideológico es la necesidad que algunos homosexuales de derechas tienen por ligar solo con sus iguales. Y como muestra un botón: "Vida completamente hetero y fuera de ambiente. Busco lo mismo, pijos, casados, masculinos." Qué curioso, ahora para evitar reconocer que están dentro del armario, usan el eufemismo fuera del ambiente, que a los pijos les debe parecer más llevadero.

Javi dijo...

Beach Rats es una peli norteamericana sobre un chaval bisexual que afronta los problemas de su vida quedando con tíos por internet e intenta esconderlo teniendo una novia. Está chula. Recomendable para quienes se ven forzados a una doble vida en el ciberarmario. No lo veas junto a tu novia, jeje. Descargable en: https://www.mediafire.com/file/edrj4xakcgq8qj8/Beach.Rats._720p_vose.mp4/file

Anónimo dijo...

JO-DER. Que un hombre homosexual se haga pasar por hetero me parece patético. Con lo bonito que es el sexo entre dos hombres cuando se disfruta de manera natural... Esta gente no va a disfrutar nunca yendo con esa mentalidad descrita en este artículo.

Anónimo dijo...

Yo creo que lo de estos tíos, más que confusión terminológica, que también, es autoengañarse, es negarse a ver la realidad. Uno no tiene por qué ir con un luminoso a ningún lado, pero negarse a sí mismo es muy triste. Yo no puedo decir o escribir que soy heterosexual, estoy casado con una tía, pero pongo el culo para que me lo folles con tu polla. Eso es un gran engaño.

Anónimo dijo...

Yo también me he topado con tipos como los que describe el artículo. En una ocasión, mientras me deleitaba chupándole la tranca a un joven que tenía mucha prisa y pocas luces, este va y me pregunta si yo era hetero o gay. Dejé por un momento la faena que tenía entre manos y le contesté: "¿Pero cómo voy a ser hetero, chaval, si te estoy comiendo la polla?" Debió entender la lógica de mi argumento porque dejó de hacer preguntas raras.

Anónimo dijo...

Estoy muy de acuerdo, pero el problema es que estamos en una sociedad que está dirigida con mentalidad de rebaño, cuando se cambia la mentalidad de rebaño consigues grandes cosas, pero mientras que perdure una idea común o la que es más aceptada pues será ésta la que intentarás adoptar, aunque te mientas a ti mismo.
Lo de ciberarmario también es miedo a una vida que no conoces y detrás de una pantalla siempre te vas a sentir mucho más a salvo y cómodo. Aún así, hay gente (como es mi caso) que le ha ayudado verdaderamente a saber qué le gusta, y cuando hablas con las personas adecuadas aprendes y te atreves a hacer cosas. Yo ahora mismo agradezco mucho las conversaciones que tuve con gays adultos, llegué a normalizar muchas cosas y me atreví a lanzarme a este mundo, y ahora puedo decir que soy gay y que me gustan las pollas, jajaja, aún así hay personas a las que no se lo puedes decir pq sabes que la relación ya no será igual.

T dijo...

Yo también he encontrado perfiles como estos en la aplicación Wapo, que me han dejado contrariado y desconcertado. Si alguien pudiera explicarme qué es eso de "vida hetero al máximo." Es de risa. Parece que eso de "heteroxhetero" se ha convertido en una expresión sistémica y tóxica. NI SON HETEROSEXUALES NI DEJAN DE TENER PLUMA. No pasan de maricones reprimidos, maricones como yo o como cualquier otro, pero acojonados de vergüenza. LO QUE NO TIENEN ES COJONES ni decencia.

tioxtio dijo...

40años wapo cachas masculino dotado versátil vida het, por similar, discreción
Hola buenas yo vida het con novia. busco follamigo dotado por fijo esporádicos discreto wen rollo legal. Yo vida het con novia,no quedo con tío hace años,y el mismo fue. Quiero que me petes. Estoy loco por qué me follen. Busco fijo legal,y pasarlo bien a menudo,me tocaré antes y me quedaré limpio pa que me petes las veces que quieras. Solo estuve con un tío casado hace mucho,dotado,me peto varias veces y yo una a el,me va besar. Me gustaría quedar y me folles tres o más veces, jeje, tu vida het?

Zig dijo...

No busco menores de 40, ni gente de paso, ni a más de 30 kms, ni fumadores o que tomen drogas, ni parejas. (Aunque todo es relativo.) Si eres hetero curioso, super discreto, indeciso, bla, bla, bla... y paranoias por el estilo, no me interesas; ya no tengo edad para historias. Gente normal, por favor. Calidad sobre cantidad, en todo. Si no tienes foto de cara, ya sabes... Y no me envíes una de tu culo o de tu polla. Y no, no soy borde.

Carlos Martín Gaebler, PhD dijo...

En el capítulo 7 de su novela Los hermanos Karamazov, Dostoievsky escribe, a propósito de los hombres que se engañan a sí mismos:"Above all, don't lie, don't lie to yourself. The man who lies to himself and listens to his own lie comes to the point that he cannot distinguish the truth within him or around him, and so loses all respect for himself and for others. And having no respect, he ceases to love."

Charli dijo...

Tengo 30 años y soy de una época cuando las redes sociales se usaban como intermediario para quedar y no para averiguarle la vida a nadie ni para tantas gilipolleces como ahora, que si soy discreto, que si hetero, que si llevo vida hetero. Gilipolladas.
Al que es hetero no le gustan los hombres, el que es hetero no lleva una doble vida, el que es hetero no se mete en un página gay a buscar nada, el que es hetero no busca sexo con hombres. El que es hetero es porque, sin dudar de su sexualidad, le gustan las mujeres. Así que, si no es este tu caso, no eres hetero, ERES UN TREMENDO MARICÓN REPRIMIDO que no tiene los huevos de aceptarse.

Carlos Martín Gaebler, PhD dijo...

Inteligente reflexión marica del personaje interpretado por Pepón Nieto en la simpática/entretenida serie española SMILEY a propósito del ciberarmario:... y luego están los discretos, esos son los peores porque son maricones pero no les gusta serlo. Ellos están siempre muy serios, como muy machos, con el ceño fruncido, como enfadados: " yo llevo vida de hetero y a mí el Orgullo me parece un circo de locas que a mí no me representan." A tomar por culo, maricón! que luego a las 5 de la mañana están todos en el váter de una discoteca de rodillas y tragando más sables que un faquir. JAJAJA. Se puede decir más alto, pero no más claro.

RG dijo...

En relación al “circo” que puede representar el orgullo gay para algunas personas, básicamente para mí es todo una cuestión de hipocresía!, que es común entre heteros y homos… Posiblemente la hipocresía de los homosexuales no está justificada o es imperdonable, dado que son víctimas más obvias y directas de la hipocresía de la mayoría heterosexual.
A mí me parece tan legítimo o natural que el Orgullo guste como que no guste. Si hay gente a la que le guste, ¿quién soy yo para cuestionar el gusto de los demás?
Nunca he ido a ningún Orgullo, pero tengo curiosidad por ver cómo es, en directo, a pesar de que, por las fotos que veo, me siento más tentado a ir a un festival que se llama Folsom.

Anónimo dijo...

O simplemente entender que así como hay muchos a los que les gusta jotear, coger sin condón, drogarse. Hay muchos otros a los que nada de eso les gusta. El problema de medio, es que a fuerza quieren que todos se comporten igual: joteando, drogándose, teniendo sexo sin condón. Y cuando una persona no tiene esos gustos, inmediatamente comienzan a atacarlo. Algo similar con las feministas cuando una mujer no las apoya. El comportamiento es el mismo.