13 diciembre 2007

El Roto: Vocabulario figurado

Andrés Rábago (Madrid, 1947), El Roto, escritor, dibujante y también pintor, lleva años volcando diariamente su crítica incisiva y mordaz en una viñeta del periódico EL PAIS. Generalmente, para combatir la consolidación del dinero como valor central de la sociedad occidental y de la mentira como vehículo de comunicación. Ha atacado a golpe de creatividad la especulación inmobiliaria, el terrorismo de ETA, las agresiones contra el medio ambiente... Ha mordido incluso la mano que le da de comer. ¿Qué es prensa para él? Un hombre, con el periódico en las manos, que piensa: "¡Qué claridad de confusión!". Ahora reúne algunos de sus mejores trabajos de los últimos dos años -170 dibujos en color y blanco y negro- en El Roto. Vocabulario figurado 2 (Reservoir Books) y en una exposición que arranca su itinerancia por España y por distintos países de Latinoamérica en la sede del Círculo de Lectores de Madrid.


"Este libro es un intento de hacer una especie de María Moliner pero con imágenes, el uso que se da a las palabras y su auténtico sentido", dijo el artista. "Tenemos un gravísimo problema de falta de entendimiento, porque han quedado prácticamente inutilizadas para toda comunicación por su malversación. Aquí hay un intento de recuperación de su uso correcto". Vocabulario figurado 2, continuación de un volumen publicado hace dos años, no está así concebido como una mera recopilación de viñetas. Hay una estructura, una coherencia narrativa que le da sentido. El Roto ha titulado cada dibujo con una palabra y los ha ordenado después por orden alfabético.Primera entrada, Abanderado. Lucifer, con una enseña en la mano, clama: "Las banderas las ondea el diablo". Unas páginas más adelante, un empresario, perdido ante una gran bola del mundo, se lleva las manos a la cabeza: "¡Vaya lío! ¡He deslocalizado mi empresa y no sé dónde la he puesto!". La palabra en este caso es Deslocalización. Y así ETA, Fanatismo, Globalización, hasta llegar a Yate, término que cierra el glosario. "¡Mira, inmigrantes!" "¡No me digas! ¿Ya tienen yate?", debate una pareja al avistar un cayuco.El Roto mira la realidad desde los márgenes, busca detrás de los protagonistas, porque le interesa más, dice, el trasfondo de las cosas que los hechos puntuales. En el libro se revuelve contra la especulación, la desidia frente al cambio climático, el nacionalismo... No porque necesariamente sean los temas que más le interesan, sino porque se siente "obligado" por el sentir general. "No persigo ideas", explica, "lo que estoy es abierto a eso que percibo que son ideas colectivas y les doy forma".¿Todos los temas son abordables desde la sátira o hay límites? "Todos los que tengan interés público, no aquellos que sean de interés privado, morboso o de crueldad", responde. "No abordo cuestiones que a lo mejor están en los medios por razones espurias de conseguir audiencias o de fomentar formas aberrantes de comportamiento. Me muevo con una cierta voluntad de ética", sentencia. Ése es el límite de su autocensura, "el sentido común y la utilidad pública" de su trabajo. La que ejercen otros, asegura, sólo la ha padecido en dos ocasiones y dice que con razón. "Se me había ido un poco el tono. Y a mí no me interesa el exabrupto".


Rábago toma las noticias como punto de partida para criticar las grandes cuestiones. "Me interesa más el trasfondo de los hechos que los hechos mismos", ha señalado el autor, durante la presentación. Su intención es "canalizar pensamientos colectivos y formas de reflexión que están en el ambiente". Para poner en evidencia la religión, por ejemplo, no describe un suceso determinado sino que dibuja a una mujer ante la silueta de un burka. La protagonista dice: "Lo llaman religión, pero de lo que se trata es de que sigamos siendo sus esclavas".

Sus ilustraciones publicadas en prensa han sido tituladas y agrupadas por orden alfabético. "Esa estructura da coherencia la libro", sostiene Rábago. En la entrada Codicia, dos manos codiciosas agarran el globo terráqueo, en Programación, un locutor radiofónico pide: "A continuación rezaremos un avemaría por las víctimas de nuestros programas". Más allá de sus críticas, el autor asegura no vive abrumado por las preocupaciones y que sencillamente se ve obligado a dibujar sus estampas satíricas porque es su trabajo.

El escritor y académico Luis Goytisolo, es el autor del prólogo del Vocabulario figurado 2 de El Roto, que aceptó "por amistad y admiración". "Su obra es una forma de pensar en imágenes, donde la palabra cobra importancia que no tiene en ningún otro dibujante". Aplica términos conceptuales a los personajes (empleados, hombres de negocios, niños, ancianos) que aparecen en las piñatas, junto con las palabras para dar un conjunto "más atractivo y fértil". En su texto, Goytisolo señala que la mezcla de ingenuidad y maldad, de piedad y horror es muy semejante en Goya y en El Roto, además de un rasgo más específico: "El carácter inequívocamente hispánico de la realidad representada". Añade que estas "breves fábulas de contenido moral" invitan a la reflexión.

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