ABC, 18 de agosto de 2019
Viajar solo está dejando de ser considerado como algo extraño y gana cada vez más seguidores. Ahora, gracias a un estudio de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), sabemos que incluso contribuye a nuestro bienestar personal. A la expansión de esta modalidad, según los expertos de la UOC, contribuyen tanto los cambios sociodemográficos experimentados por nuestra sociedad en las últimas décadas como las facilidades que aporta la tecnología.
Pablo Díaz, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, afirma que «el auge de los viajeros solitarios es una «dinámica propia de los tiempos en que vivimos», porque se viaja más y los valores que se asocian a este tipo de viajes («reto, libertad de movimiento, flexibilidad, autoaprendizaje y posibilidad de conocer gente nueva») están también en auge. Y porque la posibilidad de compartir y difundir estas experiencias se ha facilitado enormemente por las redes sociales».
El abaratamiento de las opciones de alojamiento y movilidad en solitario que tradicionalmente siempre tenían un mayor coste ha contribuido al éxito de esta fórmula. «Se están viendo disminuidas por la mayor flexibilidad a la hora de escoger fechas y la adecuación de la oferta a este nuevo nicho de mercado», sostiene Díaz.
El director del máster universitario de Responsabilidad Social Corporativa, Lluís Garay, indica otro de los motivos del auge; las motivaciones que más se han desarrollado en los últimos años favorecen precisamente el viajar solo, «como, por ejemplo, las relacionadas con el deporte, la montaña o incluso aquellas relacionadas con el autoconocimiento, como por ejemplo el Camino de Santiago, que hace una mezcla de las tres».
Como decíamos antes, los cambios sociodemográficos son los grandes responsables de esta tendencia y Garay señala que aspectos como el envejecimiento, la crisis en los modelos de familia tradicionales, o el empoderamiento de la mujer juegan un papel importante. Con todo ello, añade que «también es fácil entender que una persona soltera con unos ingresos medio-altos y con suficientes días de vacaciones, dispone de unas oportunidades que otras personas no tienen».
Pero también debemos tener en cuenta que la tecnología no es ajena a esta nueva modalidad de viajar y es de gran ayuda para las personas que viajan solas. Pablo Díaz destaca la ayuda que supone a la hora de planificar el viaje con independencia y flexibilidad, pero también sirve de motivación en los momentos previos a iniciar el viaje ya que, según apunta, «se verán inspirados por otros viajeros solitarios que hacen uso intensivo de la tecnología mediante las redes sociales o los blogs en los que documentan la experiencia».
El servicio no acaba ahí y durante el viaje la tecnología continuará al servicio del usuario. Díaz nos explica que «el sentimiento de soledad en el momento de viajar se puede ver disminuido por el uso de las redes sociales que permiten compartir las experiencias del viaje con sus seres más cercanos». Paradójicamente, puede contribuir a reducir el sentimiento de soledad e incluso resolverlo si se utiliza como medio para relacionarse con otros viajeros o residentes del lugar de destino, usando aplicaciones de encuentro, actividades o compartir desplazamiento entre muchas otras.
Los 11 beneficios de viajar solo
No solo nos aporta ventajas logísticas, también nos proporciona beneficios en el desarrollo de la autonomía y madurez de las personas. Sílvia Sumell, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, ha resumido en una lista las principales ventajas:
1) Aumento de la seguridad y la autoestima.
2) Mejora de nuestra toma de decisiones, porque dependemos de nosotros mismos y no tenemos demasiado espacio para la «duda» o para dejarnos llevar por los demás.
3) Aumento de nuestro nivel de bienestar global.
4) Se crean nuevas conexiones neuronales, puesto que estamos exponiendo nuestro cerebro a situaciones nuevas y ello contribuye a que se estimule. Estas «nuevas situaciones» van desde estar en contacto con gente nueva, estar inmersos en idiomas o paisajes diferentes, hasta usar un mapa para llegar a los lugares.
5) Aprender a estar con nosotros mismos.
6) Romper el mito de que se viaja sola por no tener amigos o no tener con quien ir. Esto es falso, la verdad es que mucha gente decide viajar sola como una experiencia más.
7) Aprender y enfrentarnos a sensaciones o sentimientos que si viajáramos en compañía evitaríamos.
8) Aprender a buscar recursos para resolver diferentes situaciones o problemas que nos pueden surgir. Además, el hecho de comprobar que hemos sido capaces de superarlos nos hace sentir mejor.
9) Hacer frente a miedos e inseguridades.
10) Potenciar y/o estimular diferentes áreas cognitivas como la orientación espacial (a la hora de llegar a ciertos lugares que queremos visitar), capacidad de organización y planificación (preparación del viaje o planificación del dinero), funciones ejecutivas, capacidad de atención, concentración y memoria (el hecho de viajar solos hace que tengamos que estar más alerta y atentos a los que hacemos, ya que no podemos depender de un grupo o pareja), aprendizaje o práctica de un idioma nuevo, potenciación de nuestras habilidades sociales (por el hecho de relacionarnos o comunicarnos con gente nueva o de otra cultura).
11) Romper los falsos mitos, prejuicios o esquemas que tengamos sobre la gente de otras culturas.
1 comentario:
Hola, me parece muy bueno el articulo, a mi me encanta viajar, y decidí que así como yo hay muchas personas, y por ello voy a estudiar el Enseñanzas de Cualificación Profesional Inicial de la Familia Hostelería y Turismo, porque es una rama muy bonita, de hecho, eso hace que hayan cada vez más profesionales preparados que verdad ayudan mucho.
Publicar un comentario