02 septiembre 2024

Cine español y plurilingüismo


Por CARLOS MARTÍN GAEBLER

Las películas o series españolas bilingües me devuelven un poco la confianza en este raro y crispado país. La riqueza idiomática de nuestro cine, no siempre apreciada, ya forma parte de la marca España por todo el mundo. Un ejemplo: adentrarse en la excepcional serie “Merlí” y su sequela “Sapere Aude” (Atrévete a saber) nos regala la sensación de vivir y escuchar la Barcelona de nuestro tiempo, moderna, bilingüe y cosmopolita. Una ficción sobre la diversidad humana, escrita, dirigida e interpretada con inteligencia natural, que no artificial.

Todo debió empezar con la elegancia donostiarra de Edurne Ormazabal presentando en tres lenguas el Festival Internacional de Cine de San Sebastián o Donostia Zinemaldia, hábito que se fue repitiendo después año tras año. Continuó la costumbre multilingüe la espléndida Sardá presentando los Goya desde Barcelona. Y debió ser a partir de entonces cuando empezamos a oír a presentadores y a artistas premiados utilizar las cuatro lenguas españolas para saludar o agradecer los galardones: Boas noites, bona nit, gabon, buenas noches, moltes gracies, eskerrik asko, grazas, muchas gracias. 

Los títulos de películas relevantes de nuestro cine (también los nombres propios) nos permiten aprender, casi sin darnos cuenta, sustantivos, adjetivos, artículos o fonemas de otras lenguas españolas, y generar lo que podríamos llamar multiespañol. Así, logramos incorporar a nuestro vocabulario las flores y la desinencia de plural en vasco (Loreak), el pan negro (Pa negre), el verano (Estiu 93), la luna y la conjunción “y” en catalán (La teta i la lluna), el hermano y el posesivo masculino catalán (Pau i el seu germà), un gigante (Handia), la luna roja (Lúa vermella), las bestias y el artículo plural femenino gallego (As bestas), o la pronunciación de una consonante seguida de “s” en final de sílaba (Els dies que vindran), del sonido /ks/ al final de palabra (Unax), o el sonido fricativo /sh/ (kaixo, caixa, Xavi), similar al del inglés (she), como lo es también el sonido de la “s” sonora /z/ en catalán (De nens). Y no se rompe España por ello, sino que se vertebra.

Reconforta observar que cada vez son más los españoles que gustan de oír películas o series en otras lenguas, y en su versión original subtitulada, lo que está contribuyendo a ampliar su reducido abanico fonético (el castellano apenas cuenta con 24 fonemas o sonidos) y a mejorar su pronunciación de otros idiomas. 

Como sentenció Javier Calvo en la ceremonia vallisoletana de los Goya: “Amar el cine español es una de las formas más bonitas de amar nuestro país porque habla de nuestra cultura, de nuestra gente, de nuestros problemas y en nuestros idiomas.” Los españoles deberíamos mirarnos en el espejo de nuestros vecinos franceses y entender nuestra industria del cine como un asunto de Estado. Agur a tothom. cmg2024


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Una estupenda mirada al pluralismo, a la diversidad, a la vida misma. Gracias por la publicación. Que aprendamos a comunicarnos mejor, en la lengua que sea.

Anónimo dijo...

Tu articulo es muy interesante y oportuno. España tiene una riqueza filologica espectacular. Que debemos cultivar y defender

Desde Donosti dijo...

Qué hermoso y acertado lo que has escrito, desde el conocimiento, desde una óptica de la España (las Españas) real, desde una mente abierta, desde el respeto, y también desde el cariño. Gracias y enhorabuena!!!!!😉

J.R. dijo...

👏👏👏 suscribo palabra a palabras tu hermoso artículo, tan acertado como emotivo y hasta emocionante. Bravo, querido amigo

Alex Grijelmo dijo...

En efecto, tenemos una gran riqueza. Yo me siento heredero de todas las culturas españolas.

Eduard Fernández dijo...

Resulta bonito escuchar dos lenguas que conviven. Conforma una dinámica que lo convierte en algo más rico. Debemos resaltar como necesario y bueno que este país sea así, que se hablen en él muchos idiomas. A quien le escueza tendrá que hacer un ejercicio para entenderlo. Y es positivo que se muestre y se ­realce en lugares como el Congreso. Toda España, en eso, debería sentirse orgullosa. Cataluña es bilingüe, aunque uno de los idiomas ha sufrido persecución durante varias décadas. Pero opino, a riesgo de que me den, que hoy me resulta también una auténtica salvajada doblar a los actores españoles al catalán, como se hace en TV3. Tengo que decirlo. Viene de la poca curiosidad por conocer a fondo el trabajo de los grandes. Lo mismo da que sea Javier Bardem, que Penélope Cruz o Ricardo Darín. No tiene sentido y eso nunca se puede hacer en nombre de la cultura.