Soy muy aficionado a la jardinería urbana. Paseaba un día por la
Glorieta de la Barqueta en Sevilla, intentando observar si había algún naranjo
o jacaranda con chupones o burracos que arrancar, cuando me topé con un
alcorque cementado y resquebrajado del que asomaba una minúscula palmerita
washingtona. Tras fotografiarlo tal como me lo encontré, piqué como pude el
cemento, retiré la mayor parte del mismo, y le corté los brotes laterales a la
planta. La regué durante dos veranos, podándola asiduamente, y fotografiando el
proceso en tres tiempos, como muestra el tríptico. Hoy es toda un palmera sana
y hermosa que he bautizado como la plamerita María Luisa, en honor a
mi madre, que adoraba las palmeras. cmg
"María Luisa", la palmera salvada |
1 comentario:
You're a guerrilla gardener!
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