Una pareja está acostada en una cama. No se miran, se dan la espalda mientras cada uno está atento a un smartphone que no está ahí, es invisible. Esta imagen es parte de la serie Removed del fotógrafo estadounidense Eric Pickersgill en la cual el artista retira los dispositivos móviles de sus capturas con el fin de mostrar la adicción cotidiana a la tecnología.
Según informa el artista en su sitio web, encontró la inspiración para los retratos mientras estaba en un café de Nueva York. El fotógrafo contó al medio estadounidense que fue testigo de cómo una familia que estaba sentada junto a él estaba tan ‘desconectada’ de la realidad, pero conectados a los dispositivos. “Hablaban poco, el padre y sus dos hijas tenían sus teléfonos, pero la madre no tenía uno, o tal vez decidió guardarlo”, cuenta Pickersgill. “Entonces mira por la ventana, triste y sola en la compañía de su familia más cercana. El padre anuncia de vez en cuando alguna información que encontró en línea”, describió.
Una familia fue la inspiración del fotógrafo para realizar esta serie. Para poder captar las imágenes, el fotógrafo pidió a allegados suyos permanecer en una posición y sostener sus dispositivos electrónicos, luego se los quitó y tomó la foto. De allí salen 34 fotografías que se han viralizado en la red.
En su sitio web, el artista escribe sobre la situación que se vive actualmente por la tecnología. No deja de lado los “obvios beneficios que estos avances han dado a la sociedad”. Sin embargo, considera que también es importante notar que “las implicaciones sociales y físicas se están revelando poco a poco”.
Un hombre está parado en el medio de un cementerio y mira su teléfono. Una madre está sentada junto a su hija en un sillón, la mujer simula sostener un smartphone, la niña una tableta. No se miran ni hay interacción directa entre ellas. Para Pickersgill, en todas estas personas está esa familia que él tuvo la oportunidad de observar en Nueva York.
Para el fotógrafo, si bien la tecnología ha traído varios beneficios, está generando la pérdida de interacción real entre las personas.
“Veo a esta familia en la tienda, en aulas de clase, en la autopista e incluso en mi propia cama”, escribe. “Mientras me estoy quedando dormido junto a mi esposa observo que nos acostamos sobre nuestro costado y sostenemos nuestro pequeño, frío e iluminado dispositivo todas las noches”.
Así, las imágenes de la serie Removed representan escenas que el fotógrafo experimenta cada día. Gracias a la tecnología, las personas se sienten más cercanas que nunca, pero Pickersgill se pregunta hasta qué punto esas conexiones alejan a la gente de la realidad en la que viven.
Fuente: El Comercio, 14 de octubre de 2015