Ya no es un hombre, es "un equipo". Desde que la Camorra le amenazó de muerte por su libro Gomorra, vive escoltado las 24 horas. No puede pasear, comprar o usar la tarjeta de crédito. Pasamos un día con el escritor y le acompañamos de viaje a Nápoles.
No sé si estoy medio muerto o medio vivo. Lo que sé es que la amenaza de los Casaleses me ha convertido en peor persona. Más desconfiado, más egoísta. Siento odio por los amigos que me abandonaron cuando salió el libro, entre una partida de Playstation y una de la Liga Fantástica. Apenas salgo de casa. No puedo usar tarjeta de crédito. Vivo escoltado 24 horas al día. Ya no soy un hombre, soy un equipo. Los muchachos son fantásticos, son napolitanos como yo, hacemos deporte juntos, boxeamos en el gimnasio... Pero echo de menos Nápoles, aquellos retrasos eternos del tren en la estación... El tiempo se ha deformado, los minutos son extraños, cada movimiento banal requiere un día entero. Y no puedo hacer las cosas mínimas: pasear, tomar algo en un bar, comprar una nevera. Ayer fuimos al supermercado y fue patético. Los carabineros alrededor del carrito, todos opinando sobre la pasta que debía coger. La gente se asustó, nos abrieron paso en la caja para que nos fuéramos rápido. Cuando salimos les dije a los chicos: 'No volvemos"...
(Para leer el resto del reportaje y ver un breve vídeo subtitulado de la entrevista, pinchar en este enlace.)