31 agosto 2025

Besos a escondidas en el siglo XXI

"Hace unos meses estuve con un chico. Una de esas relaciones líquidas, relaciones de sí pero no, de colegueo, y de todas esas infinitas formas de nombrar y que nos obsesiona a los jóvenes —o casi jóvenes como yo— hoy en día. En la despedida, en la penumbra del salón de su casa, a 400 kilómetros de la mía, me dijo: 'Te beso aquí, fuera no me gusta que me vean'. Y en ese momento, me lo replanteé todo. 

¿Vivimos realmente en una sociedad sana? ¿Plural? ¿Abierta a la diversidad? ¿Merezco yo, que me entrego libre y disponible, ser relegado a la sombra? ¿Es él libre de ocultar a quien le entrega su intimidad? Quizá. Pero comprendí que, aunque en parte es víctima, también es verdugo. Y decidí quedarme con lo segundo. Porque ya tenemos una edad. Porque la vida pasa. Y nadie, absolutamente nadie, merece vivir en lo oculto. Menos aún en una sociedad que presume de ser libre, diversa, plural… y está llena de banderas arcoíris. ¿O no?"

RICARDO RODRÍGUEZ (Carta a la Directora, El País, 24.08.25)

8 comentarios:

Carlos Martín Gaebler dijo...

Los besos de amor oscuro mejor los dejamos estar en los tiempos de Lorca, ocultos en el armario de la historia. Los nuestros son otros tiempos.

João Xarope dijo...

Concordo plenamente. O amor no séc.XXI não deve ser obscuro.

Ignacio Sánchez dijo...

Muy buena reflexión, pues entiendo que, para el gay que esté totalmente liberado, el tener que volver atrás a esconderse no es una situación cómoda.

Guillermo Calderón dijo...

Esta es una realidad todavía demasiado presente en nuestra sociedad.

Alain dijo...

Cuanto más nos escondemos más frustrados somos en lo que queremos ser y hacer, y más débiles parecemos a los demás, que luego nos desprecian.

Anónimo dijo...

Sevilla, la ciudad donde vivo, sigue siendo muy conservadora, muy arraigada a sus tradiciones religiosas. Hay ciudades más permisiva.

José Antonio Campillo dijo...

Absolutamente realista. Desgraciadamente aún se vive en el oscurantismo.

Fran Velázquez dijo...

El respeto por como cada persona vive y expresa su sexualidad no debería suponer que otras den pasos atrás en tan costosa lucha por nuestros derechos. Está en nuestras manos.