Los diálogos entre Maxi y Pedro, los amantes astronautas, van escalando desde la broma a la ternura y finalmente hasta el amor. Surge química entre los protagonistas masculinos desde la primera escena.
Berger escribe un guion coherente, impecable, que pone en boca de sus actores para reflexionar lúdicamente sobre qué es lo gay, qué es lo hetero, la bisexualidad y los roles sexo-afectivos que fluyen. El director argentino es un maestro escribiendo diálogos ingeniosos (como el picante cara a cara en el videoclub). En esta producción hispano-argentina logra dar con un planteamiento argumental originalísimo. Una película divertida, dialéctica y locuaz para ver una y otra vez. Ojalá se filmaran más películas conjuntas entre ambos lados del Atlántico.
Me parece un milagro que esta cinta sea una realidad dado el oscuro panorama actual del cine argentino, amenazado por el monstruo de la motosierra. 115 min. (Subtitulada en inglés)

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