SE LEE EN 1 MINUTO
Pues sí, don Francisco, los blogs siguen existiendo y los blogueros también. Algunos intentamos, con nombre y apellidos, difundir valores democráticos, fomentar la lectura y el buen cine, animar a la visibilidad marica, reflexionar sobre el ciberarmario grindero, o contrarrestar la influencia de tuiteros ignorantes, instagrameros narcisistas, o troles fascistas y anónimos. Desde este sitio libre de mensajes de odio, este bloguero apuesta por denunciar la arrogancia de la ignorancia que se extiende, como una mancha de aceite, en estos tiempos oscuros. El fango de las redes no se combate con 140 caracteres, sino con textos elaborados con serenidad y buena letra. En fin, aspiro, con humildad, sin postureo y con vocación de servicio público, a promover el pensamiento crítico, la ilustración contemporánea y el humanismo en la red.
Firmado: Carlos Martín Gaebler
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